En 3,39 tasa de mortalidad infantil en Granma

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Por María Valerino San Pedro | 30 junio, 2016 |
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Foto: Ismael González.
FOTO / Ismael González

Al computar una tasa de mortalidad infantil de 3,39 por cada mil nacidos vivos, la provincia cubana de Granma cierra el primer semestre de 2016 con ese importante indicador de salud por debajo de la media nacional que es de 5,0.

La mortalidad infantil, que incluye todas las defunciones en menores de un año entre los nacidos vivos durante 12 meses, es un indicador internacional que mide el estado de salud de la población, definido adicionalmente por la esperanza de vida, que en Cuba excede los 78 años de edad.

Las cifras obtenidas aquí en la etapa en relación con el Programa Materno Infantil superan lo logrado en  varios países con amplio desarrollo económico, como Brasil y Canadá, por solo citar dos ejemplos, y demuestran cuán prioritaria es la salud humana en esta sociedad.

Sobresale en el período, también, alcanzar un índice de bajo peso al nacer de 4,39, por debajo de la media nacional que es de 5, en lo cual han incidido de manera positiva los 14 hogares maternos diseminados en los 13 municipios de la provincia.

En este aspecto deberán esforzarse más los municipios de Jiguaní, Manzanillo, Campechuela, Media Luna, Bartolomé Masó y Niquero, quienes mantienen más elevados sus índices.

Campechuela, Media Luna, Bartolomé Masó y Niquero mantienen la tasa de mortalidad infantil en cero, mientras Pilón, con 19,37 y Bayamo, con 4,29, son los que la tienen más alta.

La mortalidad materna directa permanece en cero.

Entre las principales deficiencias de estos primeros seis meses de 2016 pueden señalarse abandono de la lactancia materna exclusiva  antes del sexto mes de vida y dificultades con las interconsultas en el Plan Turquino y  áreas de difícil acceso, aspectos modificables.

Aquí se manejan acertadamente los términos atención prenatal y secundaria, servicios de calidad, perfeccionamiento de genética comunitaria, consultas de planificación familiar y conducta oportuna frente a los factores de riesgo con los niños en la comunidad, y se cuenta con hogares maternos, casas maternas institucionales y las de nuevo tipo, que  han tenido positiva influencia,  pero algunos aspectos requirieron de mayor atención.

En cuanto al riesgo reproductivo preconcepcional hay avances, pero se impone aún la búsqueda de mecanismos para tratarlo metodológicamente en los policlínicos del territorio granmense, o lo que es igual, incluir su conocimiento en la formación de los médicos desde su etapa de estudiantes.

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