“Matanzas es un gran equipo y no se puede subestimar”, esa fue una de las impresiones del mentor de Granma, Carlos Martí, este lunes, en la ciudad de Sancti Spíritus, donde acontece la discusión del título, en el Campeonato cubano de béisbol.

Con la humildad y el respeto que siempre lo ha caracterizado, así se refirió el avezado estratega a los rivales de sus Alazanes, luego de saberse en ventaja (2-0) sobre un conjunto, al que muchos especialistas dieron como favorito; aunque reconoció que no será fácil terminar la tarea frente a los monarcas defensores.

Los Cocodrilos vienen de revertir igual desventaja en semifinales ante los Leñadores de Las Tunas, coincidentemente, frente a los mismos contrarios, que hace tres temporadas los granmenses sufrieron dos reveses iniciales en la Gran final, pero terminaron alzando la corona.

En el propósito de hundir aún más en el pantano a la tropa de Armando Ferrer y, de paso, poner en punto de mate la serie, Martí enviará hoy a la lomita el estadio José Antonio Huelga, a César García, que en estos play off ha lucido inmenso.

El derecho de Campechuela marcha invicto, y en tres salidas ha conseguido par de triunfos, ambos en rol de abridor. Además, exhibe números envidiables, con promedio de carreras limpias de 0.59 (15.1-1), WHIP de 0.91 y average contrario de 176 (51-9).

Asimismo, el alto mando granmense debe emplear la misma alineación regular del segundo encuentro, con el designado Guillermo García, que se fue de 3-3 y anotó dos carreras, “voy a estar dispuesto siempre para cuando me den la oportunidad”, expresó el talentoso atleta.

El alto mando granmense privó a García de jugar el primer desafío, con la sana intención de protegerlo ante el zurdo Yoanni Yera, un lanzador de su mano y el de más calidad que interviene en los clásicos nacionales.

Ferrer ya anunció al joven tirador Ranner Rivero y, probablemente, realice algunos cambios en el line up, debido a la merma ofensiva de bateadores claves, como el cuarto madero Erisbel Arruebarruena, que se ha ido en blanco en siete oportunidades, incluyendo media docena de ponches.

De momento, parece que el mánager matancero buscará otra fórmula para sumar victorias ante el galope imponente de los Alazanes, porque con otra derrota quedaría contra la pared y al borde de ceder el trono de la pelota cubana.