Tras 10 meses de construcción en la suroccidental provincia de Guizhou, el sitio comenzó a recibir este domingo a miles de visitantes que desean vivir todo tipo de experiencias soportadas en dicha tecnología.

La instalación recreativa se levantó en la ciudad de Guiyang con un presupuesto de mil 500 millones de dólares y en una superficie de 134 hectáreas de extensión.

Está dividida en 15 pabellones temáticos con un total de 35 atracciones de realidad virtual, realidad aumentada y hasta realidad mixta. Hay desde montañas rusas, simuladores, cines, castillos futuristas, áreas para niños, zonas de batalla, bases alienígenas y hasta una zona de robots.

Justo en el centro hay un enorme robot de 53 metros de altura que es el símbolo del lugar y es el más grande construido hasta ahora en el orbe.

Para su fabricación se necesitaron 750 toneladas de acero, es decir, el peso de dos aviones Boeing 747.

La construcción del parque comenzó en junio del año pasado y desde un inicio el objetivo fue crear la experiencia más avanzada en cuanto a tecnología en un sólo sitio.

Con el Oriental Science Fiction Valley, el Gobierno busca poner a la vanguardia a Guizhou, impulsar su economía a través del turismo y sacar a más personas de la pobreza, una de las prioridades más urgentes.

Especialistas en el tema ya comparan a esa ciudad con Shenzhen, que hace tres décadas era apenas una villa de pescadores y hoy se le considera el Silicon Valley de China porque vio nacer a gigantes del mundo tecnológico como Huawei o Tencent, es ultrarrápida, competitiva y centro de referencia para emprendedores de sueños electrónicos.

Otros ya se aventuran a decir que con la puesta en funcionamiento del parque, este país dominará el campo del entretenimiento.