Abraham, el guerrero (+ fotos)

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Por Roberto Mesa Matos | 16 agosto, 2019 |
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A la izquierda el doctor Coello Consuegra y Santigo Fuentes, junto a Abraham, su mamá y el abuelo durante una de las consultas luego de la primera operación FOTO/Roberto Mesa Matos.

Abraham Martínez Martínez acaba de cumplir siete años, y en la vivienda de la calle República número 75 entre Cuba y Coronel Gassó, en el municipio de Campechuela, su pícara sonrisa dibuja la complicidad del aliento maternal y la fuerza de la profesionalidad de un grupo de médicos y especialistas de la salud pública de la provincia de Granma.

Este pequeño padece síndrome de Down, pero más allá de eso, hace dos años, un rarísimo padecimiento ortopédico puso a prueba la preparación, destreza y capacidad de los expertos en esa rama de la medicina en el hospital pediátrico de la ciudad de Manzanillo: el 12 de abril de 2017 fue operado para corregirle la luxación congética de rótula bilateral, enfermedad que le imposibilitaba sostenerse en pie y caminar.

La intervención quirúrgica significó el estreno de especialistas cubanos en ese complicado proceder que, liderados por el doctor Jerry Coello Consuegra, los obligó a consultar la pobre bibliografía disponible porque en el mundo no sobrepasan los treinta casos descritos.

En cualquier otro país, la familia debía pagar por esa operación más de cien mil dólares; en Cuba para Abraham y quien la precise es gratis, fruto de la esencia humanista de la Revolución.

Coello Consuegra explica que realizaron la técnica de Stanisavljevic, que conjuga tres procederes: liberación del vasto externo, realineación del aparato extensor de las rodillas y la hemitransferencia del tendón rotuliano.

La operación superó las dos horas; y luego de cuatro meses, dos menos de lo esperado, Abraham comenzó a caminar.

El resultado unió el esfuerzo de médicos, fisiatras, rehabilitadores, técnicos, enfermeras, y por encima de todo, el amor y comprensión de la familia.

Dos mil 19 trajo un nuevo reto: en las vacaciones de la misión profesional, el doctor Coello Consuegra asumió otra complicada tarea:  la tenotomía de los aductores.

“Con esta operación logramos que el niño extienda bien la rodilla y adopte una posición más erecta lo que le facilitará caminar, deambular y correr con mayor facilidad.

“Lo más llamativo es la evolución del niño a pesar de todas sus patologías de base. La familia ha desempeñado un papel decisivo, sobre todo el amor y la comprensión que le transmite la madre.

“Este caso nos marcó para toda la vida por el esfuerzo, sacrificio y la dedicación profesional y de estudios que demandó de todos. Es algo hermoso verlo sonreír y ser feliz.”

Pero la historia este infante granmense encierra otros pasajes:  padece un pequeño soplo en el corazón y también le extirparon un riñón a consecuencia de una hidronefrosis.

Aliet Martínez Matos, la madre, nos comenta que los martes y jueves lo lleva a la escuela Fructuoso Rodríguez, donde recibe atención de una psicopedagoga, bibliotecaria, la logopeda, los especialistas en computación y otros educadores; mientras los lunes, miércoles y viernes la maestra Delvis, va a casa; él entiende todo, pero no habla.

Paciencia, amor y dedicación así califica sus días la joven progenitora del niño, para quien fue maravilloso verlo caminar, y ahora tener que cerrarle las puertas de la vivienda porque se escapa a jugar con los amiguitos del barrio.

“Tenemos mucho que agradecer, desde los doctores Jerry, Santiago Fuentes Milán, Erick Adab Capote, los fisiatras, rehabilitadores de los hospitales infantil y el clínico quirúrgico, a los colectivos de las salas de rehabilitación de ese centro y de aquí de Campechuela.

“Gracias a nuestra Revolución y al Estado cubano porque en otros países no hubiésemos tenido la posibilidad de pagar nada de esto, sobre todo la operación de rótula, muy cara. Espero que pueda lograr una marcha perfecta, lo veo bastante bien y que se desarrolle como un niño de su edad.”

El pequeño Abraham Martínez Martínez admira por su persistencia; sonríe feliz y en unos meses, aseguran los especialistas, caminará de manera efectiva.

Abrancito, como familiarmente lo llaman en toda Campechuela, en la provincia de Granma es un guerrero y su historia encierra la vocación humanista de la Revolución cubana, inmensa obra social que permite que niños como él anden fuertes y seguros por los caminos de la vida.

La tenotomía de los aductores le permitirá andar al niño de manera más efectiva/FOTOS: Cortesía familiar.

 

La rehabilitación de este pequeño ha involucrado el esfuerzo y empeño de muchos especialistas

 

Como cualquier otro pequeño de su edad, Abraham acude a la escuela para recibir las atenciones correspondientes a sus patologías de base

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