Manzanillo. – Una elegante y confortable instalación deleita desde hace unas jornadas a los residentes en esta costera localidad y a los visitantes a la segunda urbe más importante de la provincia de Granma: el Palacio del Dulce, singular unidad en la que reinan decenas de preparados de ese alimento.

Entre los primeros clientes estuvo Ester La O, quien valora de satisfactorio el resultado de la reparación del inmueble.

“Todo quedó lindísimo. Lo más importante es que los trabajadores mantengan la calidad en la prestación de los servicios. Me encantan los brazos gitanos y los dulces con crema, por eso vine a comprar en cuanto me enteré que estaban abriendo.”

“Está todo muy bello y elegante, con un clima muy agradable. La ciudad necesitaba una institución de este tipo, estas ofertas son muy degustadas en el verano. Los dulces están exquisitos; verlos es una invitación a probar”, comentó por su parte el joven abogado Yunielki Sánchez García.

Yusdel Castillo Vega, administrador de la entidad, informó que las labores ejecutadas en el inmueble se dedicaron a la celebración del Día de la Rebeldía Nacional, una fecha muy importante para el pueblo cubano y en especial para los manzanilleros, que merecieron los festejos centrales de Granma.

El empresario dijo que lo hecho contó con un presupuesto aproximado de 35 millones de pesos y que dejaron como nuevas cada una de las áreas de almacén, elaboración y ventas.

Por su parte, la joven Lisandra Socarrás Rodríguez, administradora del área de ventas manifiesta que se empeñan cada día para que los clientes se marchen satisfechos de la unidad.

“Con motivo del 26 de julio pretendemos poner a la venta un dulce elaborado para la fecha.  Los servicios los prestaremos de lunes a viernes, de ocho de la mañana a ocho de la noche, mientras que los sábados abriremos a las nueve ante meridiano a nueve pasados meridianos y los domingos hasta las cinco de la tarde.

Socarrás Rodríguez asevera que ofertarán 21 variedades de dulces, de las que trece serán sostenidas, con nuevas propuestas como el Romeo y Julieta, Fresa y Chocolate, el cake bombón y el de leche.

“También podremos a disposición de quienes nos visiten vino tinto, de pasa, refresco de varios sabores en latas y pomos y algunos tipos de rones y licores. Todo es al pedido, como el cake Capuchino, con un coste de 300 pesos.”

El Palacio del Dulce, ubicado en plena calle José Martí, principal arteria de la ciudad del Golfo de Guacanayabo, se integra al grupo de instalaciones del sector de la gastronomía, el comercio y los servicios que se inaugurarán o reabrirán sus puertas en los próximos días.

Héctor Gómez Leyva, director de la empresa municipal de gastronomía expone que entre esas obras resalta también La chocolatera, una edificación de dos plantas: en la primera se comercializarán dulces para llevar, bombones y caramelos, mientras que el segundo nivel se reservará para los helados, dulces y los derivados del chocolate, refrescos y jugos. Ambas dispondrán de climatización. Esperamos abrir el propio 26 de julio.

“Con la chocolatera rescatamos una esquina del paseo de la ciudad, y ahora es una instalación bella y renovada en todo su esplendor, con un servicio que se distinguirá por la profesionalidad y la entrega de los gastronómicos.

El empresario apuntó que como parte de la efemérides trabajan en el rescate de una decena de obras, las mencionadas, otras en el complejo malecón, el cabaret Brisas del Mar, los restaurantes Palermo, el 1800, La Llave y el Ranchón Marinero, las cafeterías Las Ruinas y la Barra Polar.

“Implica mucho esfuerzo y dedicación de los trabajadores y de los administrativos para ofrecer un servicio a la altura de las exigencias actuales en los ámbitos de la calidad y el confort con el cual abrirán sus puertas, además el pueblo tendrá también el reto de contribuir a su cuidado”, concluyó Gómez Leyva.