MANZANILLO.- Cayo Espino es una comunidad rural, de este costero municipio de la oriental provincia cubana de Granma, eminentemente agropecuaria.

Sus hombres y mujeres se esfuerzan cotidianamente en hacer avanzar las principales producciones de viandas, arroz, carne de cerdo y de ganado mayor, así como otros importantes renglones que cultivan en sendas Unidades Básicas de Producción Agropecuaria (UBPC), Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS) y Cooperativas de Producción Agropecuarias (CPA).

El empeño de hoy lo sustenta la vigilancia popular revolucionaria en esos escenarios con la creación de Brigadas de campesinos que se dedican al cuidado del ganado mayor, tarea que rinde frutos con el apoyo de todos los factores comunitarios.

“Las acciones que hemos ejecutado permiten que hoy el consejo popular reduzca el delito contra esos animales a más de la mitad  si lo comparamos con igual período precedente”, afirma con sano orgullo el primer teniente Rogelio Alba Pérez, jefe del Sector de la Policía Nacional Revolucionaria de Cayo Espino.

“Aquí no descansamos en el propósito de irle cerrando las brechas a los malhechores: nos reunimos con las juntas directivas de las bases productivas, proponemos tareas y las chequeamos a altas horas de la noche. En múltiples ocasiones recorremos las áreas más complicadas hasta las dos y tres de la madrugada.”

¿Cuáles compromisos asumen en lo adelante?

“El compromiso comunitario es llevar a cero el número de hechos contra el gano mayor en nuestro consejo popular y ubicarnos a la vanguardia en esta tarea en el municipio. Todos los miércoles participamos en la reunión donde coordinamos, junto a los integrantes del grupo de trabajo comunitario,  las acciones a ejecutar durante la semana y las ejecutamos de manera conjunta. Esa será la clave de éxito.

Las brigadas de vigilancia campesina constituyen una iniciativa que fomentan y llevan adelante las direcciones del Gobierno,  la Agricultura, la Asociación de Agricultores Pequeños y el Ministerio del Interior.