La Unión Nacional de Acopio, una de las organizaciones cubanas más cuestionadas y con mala fama en los últimos años cuando de eficiencia se habla, en Granma se ha propuesto recuperar su función principal: comercializar la producción agrícola, un propósito inscripto entre los pasos esenciales para ordenar la distribución y rebajar los precios.
Si se había caminado algo en esa dirección, ahora es ineludible el avance rápido, eficaz y, sobre todo, definitivo en esa gestión, como soporte básico de la reciente regulación de los precios de productos del agro, que, con primer alcance a unidades estatales, influencia ya a concurrentes a mercados y vendedores ambulantes por cuenta propia.
De esa manera también lo reconoce Esmel Seyera Cedeño, director general de Acopio en dicha provincia, quien confía en que hay un nuevo horizonte hacia la solución de las insuficiencias arrastradas en la comercialización y control de la producción.
En su oficina, en el número 260 de la céntrica calle Martí, en Bayamo, una suerte de puesto de mando para tan complicada tarea, explica, en entrevista para La Demajagua, cómo conseguirán llevarla a vías de hecho, y comienza, precisamente, con lo que él llama nueva función añadida: venta al por mayor a los trabajadores por cuenta propia.
“Se indicó, detalla, que los locales dispuestos para esos fines, no sean los Mercados Agropecuarios Estatales (MAE) de cada localidad, pues son los de más afluencia. En los escogidos se piensa, incluso, en definir horarios de atención para los carretilleros, para no afectar a la población”.
– ¿Habrá límites de venta para ellos?
-Hay que esperar a ver cómo marcha la medida. Claro, no podemos propiciar que alguien venga y compre un camión de boniato y salga a revenderlo; además, tenemos que identificar quién viene y compra para cumplir la función de carretillero, y quién lo quiere hacer como intermediario.
“Se le venderá al mismo precio que a la población y con similares normas de calidad, pero teniendo claro que la función principal de Acopio es abastecer la placita, hay un orden de prioridad, si la malanga es poca no se le vende a los carretilleros.
“El servicio a los concurrentes es en esencia una variante, porque, además, dentro de la cantidad de productos que estos expenden hoy, muchos no siempre Acopio los sitúa en los mercados.
-¿Obedece lo anterior a las debilidades estatales en la comercialización y control de las producciones?
-La estructura más fuerte para la comercialización hoy la tiene Acopio, con 40 camiones, bases en todos los municipios, una red de mercados, y personal en función de acopiar y distribuir mercancías.
-Pero, los carretilleros son los que utilizan fuentes de abastecimiento en lugares intrincados
-Los productores conocen que poseemos actualmente 35 puntos de compra en la provincia, de estos 17 en las montañas, con un buen funcionamiento en sentido general.
“Esos puntos no son para la producción contratada, sino para aquellos productos específicos a los que no se llegó con el contrato. Por esa vía, hemos acopiado y situado en los mercados especiales más de mil toneladas.
-¿Podrá responder Acopio definitivamente a sus viejos y nuevos encargos?
-Esta será una buena etapa de trabajo para la empresa. Recibimos cinco remolques, balanzas, más de 100 medidores de humedad para frijol, maíz y otros granos, y un módulo de taller para el mantenimiento de equipos automotores, y se ha trabajado en rescatar la imagen de los MAE.
“Este año contaremos, además, con plantas beneficiadoras de productos agropecuarios, cámaras refrigeradas, cinco tractores e igual número de remolques, y ocho nuevos camiones.
“Por lo demás, concluimos un proceso de revisión de la contabilidad, y se cumplen los planes de venta y de ingresos. La empresa entra en un definitivo fortalecimiento”.