Los daños provocados por el paso de la tormenta tropical Eta en los municipios montañosos de Bartolomé Masó, Buey Arriba y Guisa, fueron evaluados este martes por Wilber Jeréz Milanés y Yanetsy Terry Gutierrez, jefe del grupo de trabajo político-ideológico del Consejo de Defensa provincial y vicegobernadora de Granma, respectivamente.
El recorrido comenzó por Bartolomé Masó, donde al llegar intercambiamos con dos brigadas de linieros que se alistaban para restablecer el servicio eléctrico en las comunidades intrincadas de Minas de Frio, Mompié, Caridad de Mota y Santo Domingo, en las cuales influyeron los vientos asociados al meteoro.
Los trabajadores de la Eléctrica en el referido territorio agradecieron el apoyo de sus homólogos boyarribenses y de los choferes de montaña, estos últimos con un papel decisivo en la transportación hacia zonas de difícil acceso y con caminos deteriorados.
Al avanzar hacia algunos de los lugares más afectados, comprobaron los perjuicios generados por las abundantes lluvias, y la elevada humedad en las lomas ubicadas en la carretera que lleva hasta Minas de Frio y Mompié, efecto que provocó grandes deslizamientos de tierra y rocas que obstruyen el paso de medios de transporte.
En la supervisión también se constató la existencia de grandes cárcavas y el agrietamiento del suelo, los cuales representan un grave peligro para las personas y viviendas de esos lares.
Asimismo, fue verificado el impacto positivo de las precipitaciones en el embalse de Paso Malo, el cual se encontraba al 103 por ciento de capacidad y vertiendo 35 metros cúbicos de agua por segundo.
Posteriormente, las autoridades partidistas y gubernamentales se trasladaron a Buey Arriba, donde pudieron evaluar la gran afectación que generó la crecida del río Yao en el puente que comunica la cabecera municipal con el poblado de San Pablo de Yao.
Las máximas autoridades boyarribenses declararon que si bajaba el nivel del agua y disminuía la fuerza de la corriente, este miércoles se iniciarían las labores de creación de un vial de acceso, limpieza de los restos de árboles que al atascarse en el puente contribuyeron a su rotura, y la restauración del mismo por trabajadores de la agrupación vial número 9, pertenecientes a la Empresa provincial de la Construcción.
A pesar de las complicaciones en el cruce del afluente, que puede durar varios días, se han logrado trasladar personas y recursos mediante camiones de triple tracción, hasta que pueda normalizarse el paso.
La inspección de las zonas montañosas concluyó en Guisa, territorio que reporta, fundamentalmente, deslizamientos de tierra en lugares intrincados, caminos obstruidos y afectaciones en dos puentes que comunican a varios barrios pertenecientes a la cabecera municipal.