
El Litoral es el sugestivo nombre de la finca que está a la salida del centro urbano de Campechuela hacia Media Luna, cuyos 15 trabajadores acuden a ella a “bañarse”, pero no en el cercano mar, sino en sudor mientras realizan labores agrícolas.
Resultado del esfuerzo de esos hombres en la roturación de tierra con bueyes, siembra, atención cultural y cosecha, van a los mercados locales considerables cantidades de yuca, plátano, boniato y frutas.
No obstante faltarle en los últimos meses el combustible diesel para el sistema de riego que posee “mantiene estabilidad en sus producciones, gracias al esfuerzo de todo su personal”, asevera el ingeniero agrónomo Rafael Hernández Cedeño, especialista de cultivos Varios de la Unidad Empresarial de Base integral agropecuaria del municipio de Campechuela, a la cual pertenece El Litoral.
Por su parte Edel Escalona Blanco, jefe de la finca hace más de 10 años, expone que esta posee 43 hectáreas, atendidas con esmero por su fuerza de trabajo, la cual es estable.

Lo antes dicho lo corrobora Arturo Labrada Carrillo, obrero agrícola hace 37 años, quien asegura: “para que la tierra produzca debemos trabajarla, hacerlo bien, en el momento que lo necesita, y así obtendremos alimentos para el pueblo y nuestra propia familia”.
En las cantidades de productos que de El Litoral salen hacia los puntos de venta, van el sudor y entrega de hombres que saben hacer parir la tierra.

