La rehabilitación integral del acueducto de Bayamo estuvo, por su importancia, entre las obras en ejecución cuya marcha evaluó el Comandante de la Revolución, Ramiro Valdés Menéndez,  durante una visita de trabajo a Granma, realizada en febrero de este año.

En Barrio Azul, el miembro del Buró Político del Partido y vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, observó el  accionar en la fundición de la base de un tanque apoyado (en la tierra) que tendrá capacidad para cinco mil metros cúbicos de agua y beneficiará a más de 100 mil consumidores.

Allí Inés María Chapman Waught, presidenta del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) comentó: “uno de los problemas que tiene esta ciudad es que incluso en lugares en los que se han rehabilitado las redes de acueducto, la gente tiene que agacharse en la acera para coger agua, porque el caudal en la tubería no tiene presión, por tanto una ruta crítica en la rehabilitación del acueducto es el tanque apoyado que aquí se construye”.

Una veintena de albañiles, ferrallistas, carpinteros, ayudantes y montadores de la Empresa de construcción y montaje Granma, laboran en “la fundición de la losa de asiento en el que va apoyado el tanque, dividida en cuatro etapas de las cuales se han hecho dos”, explica el ingeniero Luis Ramírez Morán, jefe de la obra.

La primera de esas etapas requirió el empleo de 60 metros cúbicos de hormigón y la segunda, 95,  la tercera demandará otros 60, y la última, 126.

Por las considerables cantidades de hormigón y acero que  precisa, esa es la etapa más complicada de la obra, dice Ramírez Morán, pero, aclara, las demás la tienen, también.

Al preguntarle cómo marcha el cumplimiento del cronograma de ejecución, responde que presenta atrasos debido a la no entrada en tiempo de madera, acero y alambre para amarrar las barras metálicas.

“Ya debíamos estar en el montaje de los elementos prefabricados (conformarán la pared del depósito), por lo que trabajamos para adelantar cuanto sea posible”.

Gruesas gotas de sudor ruedan por el rostro de Osmel Chávez Almenares, cuando lo levanta para mirar a los reporteros. Él es un experimentado ferrallista, responsable  de su labor, consistente “en organizar bien el acero, darle el espaciamiento previsto en el proyecto, porque si no, queda mal el trabajo”.

Bueno será adelantar cuanto sea posible la ejecución de la obra, pues se acerca la llegada de la estación húmeda en Cuba (mayo-octubre) y las  lluvias, se sabe, entorpecen el quehacer a cielo abierto.

SOLUCIONES NUEVAS A UN VIEJO PROBLEMA

En un artículo aquí publicado en noviembre de 2014, firmado por este redactor y Sara Sariol Sosa, se expone: “sin dudas, y sin causar asombros, puede asegurarse que los problemas de abasto de agua en la ciudad de Bayamo, tienen luengas y canosas barbas (…) Existen desde las dos primeras décadas de la pasada centuria”.

El acueducto de la urbe devenida capital de esta provincia, comenzó a funcionar en 1900, en los 118 años trascurridos desde entonces aumentaron la población, las áreas residenciales, centros productivos, de prestación de servicios y culturales.

Como es lógico, ascendió, también, la demanda del líquido, pero las instalaciones para suministrarlo, no, y desde entonces se hablaba de una difícil situación en cuanto al abasto, siendo los repartos ubicados al norte del ferrocarril los más afectados.

RUMBO NORTE

Aunque el programa de rehabilitación del acueducto abarca toda el área urbana de la ciudad, comenzó precisamente por la zona norte, la cual tiene “752,35 hectáreas de extensión y unos 108 mil habitantes”, expone el joven ingeniero Maikel Salcedo Viamonte, director del mencionado proyecto, que dispone de un crédito, reembolsable, de 30,5 millones de dólares USD concedido al INRH por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep).

Aristónico Alarcón Contreras, subdelegado de inversiones de la delegación provincial de Recursos Hidráulicos, precisa que en el año 2012 fue aprobada por el INRH la rehabilitación de los acueductos de 12 capitales de provincias, incluidos los de Bayamo y Manzanillo, y en 2015 el referido proyecto de colaboración, el cual incluye la adquisición de equipos de construcción.

Entre los objetos de obra de gran envergadura ejecutados, Alarcón Contreras menciona la perforación de nueve pozos -de estos tres serán de reserva- en el campo denominado Pompita-Malvango, que aportarán 212 litros de agua por segundo; colocación de la tubería de 9,6 kilómetros de longitud que los conecta con la potabilizadora Santa Isabel y de la conductora, de 7,3 kilómetros, que va desde dicha planta hasta el tanque apoyado, en Barrio Azul.

Además,  mejoró la distribución de agua en los repartos Jesús Menéndez y Carlos Manuel de Céspedes (Las Caobas),  se hizo la red de acueducto y alcantarillado del reparto Granma (El Polígono), la del reparto 26 de Julio (Aeropuerto Viejo), se acomete la del reparto Pedro Pompa, y sustitución de tuberías y llaves de paso.

Por su parte, Salcedo  Viamonte añade que se han instalado decenas de kilómetros de tuberías maestras y redes de distribución, más las acometidas en los repartos Camilo Cienfuegos, Barrio Azul, Siboney y La Mosquera, que benefician a casi 34 mil personas.

Alarcón Contreras aclara que el beneficio consiste en llevarle agua a algunas personas que antes no la recibían, y disminuir los ciclos de distribución, pues no se dispone de más cantidad del líquido, del cual Bayamo demanda unos mil 200 litros por segundo y la entrega actual es de 600 a 700.

Las palabras de Mindalia Socarrás Morales, residente en el número 109, altos, de Calle 8, en el reparto Siboney, corroboran las de Aristónico.

Hace un año fue rehabilitada la red en su barrio, desde entonces Mindalia recibe agua, declaró a La Demajagua,  cada tres días, aunque debe bombearla a su casa con una turbina.

Esa ruta crítica enunciada en las líneas iniciales de este trabajo, será eliminada cuando el tanque apoyado de Barrio Azul y su correspondiente estación de bombeo, entren en funcionamiento, previsto para 2019, y concluya la ampliación de la potabilizadora Santa Isabel,  para elevar su entrega de 300 litros por segundo a 500, además de dotarla de sedimentador, para clarificar aguas turbias.

Entonces no será necesario, en Bayamo,  agacharse para obtener el recurso que, al decir de Leonardo de Vinci, “es la fuerza motriz de toda la naturaleza”.