El buen paso del toletero Alfredo Despaigne Rodríguez en la Liga japonesa de béisbol, aporta la nota más sobresaliente de los peloteros granmenses que incursionan en torneos extranjeros.
Despaigne Rodríguez se unió esta temporada a los Halcones de Softbank y transita por su mejor campaña desde que llegó a la tierra del Sol naciente, al colocarse entre los primeros en importantes departamentos ofensivos.
Uno de los artífices en la coronación de Granma en la pasada campaña nacional, exhibe average de 253 (360-91) en 102 partidos, con 26 cuadrangulares, 13 dobles y 73 carreras empujadas.
De tal forma, en el circuito del Pacífico marcha tercero entre los jonroneros, empatado con Zelous Wheeler (Rakuten) y como escolta de Brandon Laird (Nippon Ham, 28) y de su compañero Yuki Yanagita (27); mientras se ubica cuarto en remolques, por detrás de Yanagita (85), Hideto Asamura (Seibu, 81) y Laird (74).
Con esos números el principal exponente de la pelota cubana actual ha sido clave en el desempeño de su equipo, jerarca de la llave con 71 triunfos y 37 reveses, separado a 3.5 juegos del Rakuten (63-36-1), su escolta en más cercano.
En predios japoneses también actúa el jardinero Roel Santos Martínez, quien lo hacía para 260 (154-40), con 20 anotadas, nueve dobles y tres jonrones en 50 desafíos con los Marinos de Chiba Lotte, aunque se ha ponchado en 38 ocasiones.
Del otro lado del mundo, en la Liga CanAm, el mejor lanzador de la 56 Serie nacional, el yarense Lázaro Blanco Matos, también se ubica entre los punteros en varios casilleros.
El principal tirador granmense de las últimas contiendas es segundo en ponches (96), tercero en efectividad, con promedio de carreras limpias de 3.13 (97.2-34), y cuarto en victorias (9-4).
Blanco Matos se ha convertido en uno de los líderes del staff de los Capitales de Quebec, que dominan su apartado, luego de 54 éxitos y 28 descalabros en dura lucha con los Boulders Rockland (53-29).
La más reciente actuación de Lázaro ocurrió el martes cuando enfrentó al Trois-Rivieres, con solo cuatro indiscutibles y dos careras permitidas en seis entradas de labor, en las que otorgó seis ponches y regaló par de boletos.
Al espigado serpentinero le restan alrededor de cuatro presentaciones en el final de la etapa clasificatoria, que cerrará en los primeros días de septiembre, para luego dar paso a los play off.