Para los Alazanes, la fase inicial de la actual temporada beisbolera ya es historia. Mejor no pudo ser su desempeño, al asegurar su presencia en la venidera etapa -a partir del 8 de diciembre-, a la que llegarán con balance positivo de 28 victorias y 16 derrotas, e instalados en la tercera posición.

“Hicimos más o menos lo que estaba calculado, el primer objetivo era clasificar, y lo logramos”, expresó el mentor Carlos Martí Santos, al saberse -por segundo año consecutivo- en la próxima ronda de los clásicos cubanos de béisbol, con la presente estructura.

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Al hacer una valoración, Martí Santos reconoció los problemas con la ofensiva, que no estuvo al nivel que puede hacerlo, “sobre todo, en la de largo alcance”, comenta.

En esta ocasión, se extrañó el poderío de la tanda granmense, lastrada por varias ausencias y la merma de otras figuras que rindieron muy poco. De todas maneras, las estadísticas arrojaron números alentadores, que permiten catalogar de aceptable el comportamiento, a pesar del discreto average colectivo de 266, inferior a la media de la justa (277).

Aunque en este acápite los granmenses ocuparon el puesto 13, terminaron terceros en extrabases (106), y cuartos en carreras anotadas (223) e impulsadas (201). Además, fueron los que mayor cantidad de boletos recibieron (201), muestra del respeto que han ganado.

Asimismo, las jugadas de corrido y bateo, entre otras, proporcionaron dividendos al equipo. “Seguiremos entrenándola, la alineación ganó en velocidad (con la inserción de Osvaldo Abréu) y lo supimos aprovechar”, agregó Martí Santos.

Yordanis Samón y Guillermo Avilés, principales artilleros del conjunto, respondieron al llamado. El inicialista Samón terminó en una forma envidiable, con promedio de 344 (154-53), y se erigió máximo impulsor (32); mientras Avilés se mantenía todo el tiempo por encima de 300, con 340 (153-52).

En cambio, fue notable el descenso del torpedero Adrián Moreno (262), en el último tercio. Aún así, produjo más carreras que nadie, con 58, al remolcar 28 y anotar 35.

“Caí en un slump en el final de esta etapa, pero tengo un mes para prepararme y darlo todo en la próxima, para seguir avanzando”, aseveró el riocautense, quien agregó que nunca sintió presión cuando asumió la responsabilidad de tercer bate, “porque la dirección depositó confianza en mí”.

Igualmente, llamó la atención cómo Roel Santos (274) empezaba algo desajustado, lo cual le impidió hacer el grado con el conjunto cubano al Premier 12. Sin embargo, el niquereño pisó el home en 36 oportunidades, después de ganar 31 boletos y robar 10 bases, tercero en ese casillero.

El camarero Carlos Benítez también contribuyó; el yarense consiguió average de 291 (151-44) y trajo para la goma a 27 compañeros. Y formó parte del trío que encabezó a los jonroneros, junto a Moreno y Alexánder Guerra, todos con cinco.

Y si el elenco de Granma duerme hoy a piernas sueltas por su temprana clasificación, obedece, en gran medida, al quehacer de su cuerpo de lanzadores, sobre todo, el de la rotación abridora. Filosofía que respetó la dirección técnica, a diferencia de otros conjuntos, sin duda, el primer acierto.

El pitcheo granmense se ubicó quinto, con promedio de carreras limpias de 3.43, en un certamen que exhibe (3.87). Pero lo más sorprendente, resultó el control, con solo 121 transferencias, únicamente superado por los 118 de Pinar del Río, formación que tiene siete partidos pendientes.

“Se comportó a gran altura. Encaminamos el trabajo hacia las deficiencias de la temporada anterior: el pensamiento técnico-táctico, el control y el cuidado de los corredores en base, para neutralizar el juego rápido de los rivales, y nos dio resultado”, explicó el entrenador de esa área, Marcos Fonseca López.

En primera instancia, las palmas para los reaparecidos Leandro Martínez y Yanier González. El campechuelero terminó invicto con cuatro victorias y marcha cuarto entre los lanzadores más efectivos (1.45:62.0-10). Mientras, El Mellizo González aportó siete triunfos y, atención, manifestó control exquisito, con solo nueve bases por bolas en 61.2 entradas.

Pero el zurdo Martínez mereció ser convocado al Premier 12, del próximo mes, en Taipei de China y Japón. “Pensé que me iban a tener en cuenta. No sé qué pasó, mis resultados han sido buenos”, apuntó.

“No creo que esa decisión influya en mi rendimiento, uno se propone metas personales para cumplirlas. La preparación diaria lo dice todo”, argumentó con la esperanza de tener otra oportunidad para vestir la franela de la selección antillana.

También sobresalieron Juan Ramón Olivera, con cuatro éxitos y cinco salvamentos; José Armando Peña, quien ganó cinco juegos; al tiempo que Lázaro Blanco solo aportó dos, aunque el espigado yarense ya sabe lo que representa asumir el liderazgo del staff, y de él siempre se espera un poco más.

La defensa siguió mostrando avances, pero en la recta final bajó su rendimiento hasta exhibir un average de 976, séptimo entre los 16 planteles, con 42 errores y 61 doble play.

En este acápite, es destacable el buen papel del receptor Alexánder Guerra, quien capturó a 13 de los 20 corredores que salieron al robo, y del antesalista Osvaldo Abréu que redondeó la custodia del cuadro.

El elenco también tuvo un desempeño sobresaliente como home club, al ganar 18 de los 20 desafíos, el mejor de la contienda, y selló el tercer encuentro con los pinareños.

POR LA REALIDAD DE UN SUEÑO

Desde el mismo arranque del torneo, el conjunto dio señales de sus intenciones para la edición 35. Y no era para menos, luego de la significativa actuación en la campaña anterior cuando se coló entre los cuatro grandes.

Por cierto, ese retorno a la élite de la pelota cubana marcó el regreso a estos menesteres de Martí Santos, uno de los estrategas más reconocidos del país. Así, devolvió las esperanzas a la pelota granmense de discutir un título, que ahora se presenta como el principal objetivo.

Esa pretensión dejó de ser una quimera para la actual generación de Los Alazanes. Es alcanzable, como lo afirmara su patrullero central, Roel Santos, durante el agasajo de los bayameses, esta semana, en la Plaza de la Revolución: “Estamos contentos con el trabajo que hemos hecho, pero faltan cosas para tener un mejor resultado”.