Nuevamente estamos en septiembre, ahora en circunstancias especiales que nos hacen más humanos y solidarios. Se cumplen en este noveno mes del año seis décadas de la creación de una organización de masas devenida antorcha de la dignidad del pueblo cubano, la mayor de este archipiélago, con poco más de ocho millones de miembros.

En mi cuadra sentimos la ausencia, en ocasión tan especial como la del día 28, de nuestro “viejón”, Orlando García, alma de la caldosa, de la alegría, de las tareas numéricas y del encuentro patriótico, quien estaría eufórico al saber que otra vez, los CDR de Granma son Vanguardia Nacional y se mantienen, como sucede desde hace una década en el pelotón de la avanzada.

Los más de 836 mil cederistas granmenses, agrupados en 11 mil 333 estructuras de base, exhiben con orgullo tal distinción, avalada por la estabilidad en el cumplimiento de los principales indicadores medibles, enfrentamiento a la Covid-19, un nivel de integración superior al 92 por ciento, el cumplimiento del plan de donaciones de sangre y estabilidad en la cotización y aporte a la Patria.

Vale recordar que los Comités de Defensa de la Revolución al surgir, el 28 de septiembre de 1960, colmaron un espacio en el barrio, donde conviven niños, jóvenes, trabajadores estatales y por cuenta propia, campesinos, amas de casa y jubilados, en fin, cubanos que desde su tribuna enfrentan gustosos al enemigo interno y a las campañas imperialistas.

Nuestro Comandante en jefe Fidel Castro, Máximo Líder de la Revolución cubana dijo el 28 de septiembre de 1961 “cuando la masa del pueblo se organiza, no hay imperialistas, ni lacayos de los imperialistas, ni vendidos a los imperialistas, ni instrumentos de los imperialistas que puedan moverse”, y así lo demostró el sistema de vigilancia colectiva que se estableció en contra de la delincuencia y los terroristas.

El camino que ante los CDR se abrió en ese propio año nunca se ha interrumpido, no importa la localización geográfica, o si es el llano o la montaña, porque su misión inicial se mantiene hasta el presente, e incluso son igualmente protagonistas de los diversos programas sociales.

Son nuestros comités de defensa el espacio idóneo para practicar la solidaridad, la cooperación y la ayuda mutua entre vecinos, y para desplegar una enriquecedora labor político ideológica.

Así van las cosas por este terruño del oriente cubano, y aunque no será como en años anteriores una celebración de muchos vecinos reunidos en las cuadras para festejar, rememorar y agasajar a quienes más se destacan y de humeante caldosa que une y hace de cada vecindario un puño con la guardia en alto, sí será una conmemoración de alegría y compromiso colectivo.