Tokio, Japón, – En el duelo del equipo cubano de béisbol frente a Israel, Alfredo Despaigne pegó cuadrangular y se convirtió en el nuevo recordista en la historia de los Clásicos Mundiales, al arribar a siete; pero el slugger aseguró que cuando se pierde, no se disfruta la plusmarca.
El elenco dirigido por Carlos Martí cayó en ese enfrentamiento una carrera por cuatro, por lo cual el cuarto bate aseveró a la Agencia Cubana de Noticias que el resultado favorable de su novena es más importante que los logros individuales.
Antes de la actual edición de la lid cumbre del evento de las bolas y los strikes, Frederich Cepeda, su compañero de selección, acumulaba la mayor cantidad de vuelacercas (6).
Luego de una sesión de entrenamiento en los predios del Tokyo Dome, el también capitán del conjunto caribeño se mostró optimista de cara a la porfía con Japón, y espera poder conectar otro bambinazo, para contribuir a sumar anotaciones al marcador del juego, previsto para mañana a las siete de la noche hora local (seis de la mañana en Cuba).
Sobre el estado de la dotación dijo que “los muchachos están muy bien anímicamente, concentrados y conscientes de que va a ser un duelo difícil y con un estadio abarrotado de gente”.
Nosotros no tenemos nada que perder, ellos sí (los japoneses) porque son los anfitriones y su conjunto permanece invicto, destacó Despaigne pues los nipones llevan cuatro victorias al hilo, tres en la fase clasificatoria y en su primera presentación en la segunda ronda.
Agregó que van a salir a divertirse y que necesitan que los lanzadores “aguanten un poco y la ofensiva realice su trabajo”.
Desde su condición de líder, aseguró que no es momento de cargar a los integrantes de la nómina antillana con muchas conversaciones, debido a la fase en el que se encuentran, obligados a vencer en los dos desafíos venideros con nipones y holandese, para acceder a la semifinal del evento en Los Ángeles, Estados Unidos.
Los alumnos de Carlos Martí enfrentarán al estelar pitcher Tomoyuki Sugano en la apertura del encuentro, con quien Despaigne topó por última vez en junio de 2016 como parte de la temporada del circuito profesional japonés.
Interrogado sobre los lanzamientos de la principal figura del equipo Gigantes de Yomiuri, apuntó que hay que tratar de pegarle a los envíos de strike y no a los rompimientos, pues casi siempre llegan como “bolas malas”.
Aconsejó, además, nunca dejar que los serpentineros “te monten en dos strikes porque ahí son más difíciles de batearle; pero el objetivo es tirarle a la pelota”.