Alianza productiva (+ fotos)

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Por Sara Sariol Sosa | 29 mayo, 2019 |
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Las elaboraciones de la fábrica de conservas de Vado del Yeso benefician a varias comunidades de Río Cauto/ FOTO Luis Carlos Palacios

Tal vez, en sus 32 años de creada, la fábrica de conservas Celia Sánchez Manduley, ubicada en la comunidad de Vado del Yeso, municipio de Río Cauto, nunca había enfrentado retos productivos tan fuertes como los del momento.

Asentada el 26 de mayo de 1986, en la estructura que sirvió de albergue a los constructores que levantaron, entre 1968 y 1970, aquella comunidad destinada por la Revolución a campesinos vinculados al naciente plan arrocero de la zona, la conservera ha llegado a sus más de tres décadas de actividad, convocada a aprovechar cuantas frutas y vegetales pueda, aun en compleja gestión, para tributar al programa de alimentación popular más allá de su límite territorial.

FOTO Luis Carlos Palacios Leyva

Entiéndase como complejidad de su gestión, la búsqueda sistemática, en el lugar donde se encuentren, de materias primas para las elaboraciones, las cuales, por demás, se realizan en condiciones manuales difíciles, a base de cocción con leña, en grandes calderos, de donde emana un calor solo soportable por la voluntad de esos hombres y mujeres (10 en total, siete directos a la producción) que allí laboran.

ALIANZA

Pedro Manuel Pérez Almaguer: “la calidad se garantiza a base de la responsabilidad del colectivo”/ FOTO Luis Carlos Palacios Leyva

Pedro Manuel Pérez Almaguer, administrador de la “Celia Sánchez”, destaca que, con la garantía de viandas, vegetales y frutas desde varias organizaciones productivas aledañas, han logrado diversificar las producciones, las cuales ahora se comercializan envasadas en varios formatos garantizados por la industria alimenticia granmense, lo cual favorece también la inocuidad de los alimentos.

El pasado año, refiere el administrador, captaron ingresos superiores a los 800 mil pesos, a partir de la elaboración de más de 50 mil  litros de vinagre y 166 toneladas de conservas de frutas, 22,5 de sofrito, nueve de conservas de vegetales, algo más de 28 de tomate.

Este último surtido, aunque se incumplió en unas siete toneladas por insuficiente materia prima, se compensó en los volúmenes productivos totales con otras elaboraciones, entre las que se cuentan también, mayonesa, caramelos, raspaduras, pasta cubana, vinagre, siropes …

Por alternativas como esa, y el apego a índices de calidad que al decir de Pérez Almaguer se deciden por la responsabilidad de los trabajadores (pendientes de que las cocciones no se ahúmen o quemen), los ingresos personales se han elevado, y a pesar de tener un salario básico de 275 pesos, hoy pueden ganar cada mes de entre 600 y 700 pesos.

Los mercados ideales son el destino principal de las producciones mencionadas, entre otros no solo de Vado del Yeso y las Mil nueve (destinos fundamentales), sino de comunidades vecinas del propio municipio como Guamo, Grito de Yara, Cauto del Paso, Cauto Embarcadero.

Todo eso es posible no solo por la alianza, o encadenamiento, como se le denomina en Granma a la interrelación de las unidades agrícolas con las fábricas conserveras, sino por las relaciones de trabajo de estas últimas con otras unidades de la industria alimentaria.

Ese apoyo mutuo se logra en Vado del Yeso, entre la “Celia Sánchez” y la cercana panadería del lugar, la que, por poner un ejemplo, se sirve de las mermeladas elaboradas por la primera para rellenar los dulces hechos a base de harina, mientras la otra utiliza sus mezcladoras para elaborar mayonesa.

Con las mejoras físicas y cierta estabilidad de harina, la panadería de Vado del Yeso insertó la repostería y algunos volúmenes de pan liberado/ FOTO Luis Carlos Palacios Leyva

A propósito, la panadería también hoy exhibe un mayor nivel de producción, tras haber recibido remodelación total, obra que incluyó en el último trienio del 2018, la remodelación de las mesetas, enchape y pintura de paredes, nuevas luminarias y falsos techos, construcción de un nuevo cuarto de envase, de una estufa con mejores condiciones, y un punto de venta.

Según Alejandro Alexei Avilés Reyes, administrador de la unidad, tal inversión, la cual alcanzó igualmente la reparación de las máquinas, impactó en la agilización de las producciones (poco más de ocho mil panes diarios), que se hacen ahora en ocho horas, prácticamente la mitad del tiempo que se empleaba antes, y ello le posibilita a la unidad trabajar también la repostería.

La “Celia Sánchez”, igualmente, podrá favorecerse próximamente con una inversión que, valorada en alrededor de 98 mil pesos, mejorará su parte estructural y permitirá incrementar los volúmenes de sus demandadas elaboraciones.

 

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