Además del delicioso y nutritivo endulzante, otros derivados de la rama sobrecumplieron sus programas para el 2021 como la cera con cerca de 30 mil 700 kilogramos, y el propóleo que logró mil 454 kilogramos, mientras se lograron 23 mil 900 abejas reinas.

En el recién finalizado noviembre los productores matanceros establecieron un nuevo récord de acopio para un mes, al obtener más de 295 toneladas del néctar, señaló Jesús Falcón, director de la Unión Empresarial territorial (UEB).

Falcón explicó que pese a las adversidades provocadas por la Covid-19, la labores apícolas estuvieron beneficiadas por un buen comportamiento de factores meteorológicos, y el óptimo manejo de los rebaños.

“Estamos pensando en acercarnos en el 2025 a las cinco toneladas. Las condiciones están creadas, solo falta la voluntad y el trabajo del hombre”, enfatizó.

Falcón reconoció que como parte de las 63 medidas aprobadas por el Estado cubano para el sector agropecuario, la UEB y sus 118 productores poseen muchos incentivos para garantizar la calidad y variedad de la miel.

En el nuevo escenario económico, comentó, por cada tonelada vendida en el exterior se paga una cantidad en moneda libremente convertible a los productores, lo cual ayuda a solventar necesidades propias de la actividad y de la familia.

La UEB está llamada a diversificar producciones y encadenamientos para buscar más ofertas, e incrementar los ingresos mediante las exportaciones, y las ventas al turismo y en los establecimientos en moneda nacional retos que hoy enfrentamos, aseguró.

La miel es un renglón exportable dentro del Ministerio de la Agricultura y, después del tabaco y el carbón vegetal, la apicultura deviene la que más aporta dentro del sector.

Matanzas es la provincia mayor productora de miel de Cuba y según estadísticas de hace más de tres décadas, los acumulados del territorio representan más del 17 por ciento de la recolección del país.

La miel es un fluido dulce y viscoso producido a partir del néctar de las flores, con uso principal en la cocina y la pastelería, tiene propiedades terapéuticas, energéticas, cicatrizante, y es un excelente conservante natural.

Acorde con especialistas, ese fluido tiene numerosos beneficios para la salud humana; mientras la cera de abeja se emplea como ingrediente para ungüentos, medicinas, jabones y betunes; y el propóleo fortalece el sistema inmunológico.