Si alguna duda existía sobre la calidad de la pedalista Arlenis Sierra Cañadilla, quedó despejada luego de su primera incursión en el Giro de Italia femenino, concluido recientemente en esa nación europea.
El clásico ciclístico, que volvió a reunir a la crema y nata de la ruta para damas en el mundo, se tornó quizás la justa más exigente para la manzanillera, quien desde el mismo inicio dio muestras de su empuje, hasta terminar décima en la clasificación general individual.
De hecho, Sierra Cañadilla se ha convertido en la primera figura del club Astaná Women’s Team -con el que estableció contrato en los primeros meses de este año- o, al menos, ha conseguido los mejores resultados de esa franquicia en el Tour mundial de 2017.
Además de abrirle las puertas a los principales escenarios competitivos, le ha dado la posibilidad de codearse con lo más excelso de su especialidad, al comenzar el ciclo olímpico rumbo a los Juegos de Tokio en el 2020.
El Giro Rosa fue dominado por la primera rutera del orbe, la holandesa Anna Van Der Breggen, titular olímpica en Río de Janeiro, y fue escoltada por la italiana Elisa Longo y su coterránea Annemiek Van Vleuten, en ese orden.