Manzanillo.- La certeza de que la mejor manera de preservar la vida y reducir los daños materiales y económicos ante fenómenos meteorológicos es estar preparados y alertas constituye premisa de los residentes en esta ciudad de la provincia de Granma en la actual temporada ciclónica.

Una arquitectura deteriorada, una amplia zona costera y sitios bajos proclives a inundaciones por desbordamiento de los ríos, son tres de los aspectos a los cuales se les presta particular atención.

El mayor de la reserva Francisco Montero Milá, jefe del órgano de la defensa civil aquí aseveró en exclusiva a La Demajagua Digital que los especialistas de esa institución evalúan escenarios bajos como Jibacoa, Cayo Espino, El Sitio, Remate, Vuelta del Caño, Las Llanadas y Las 21, lugares donde se actualizaron las listas de las personas que de ser necesario, deben protegerse ante situaciones de peligro.

Montero Milá aseveró que el reciente ejercicio popular Meteoro 2019 permitió cumplir de manera estricta y efectiva la preparación de los jefes y oficiales de las distintas zonas de defensa del territorio, de la población y de los colectivos de las empresas, entidades, organismos y organizaciones manzanilleras.

Sobre este último tema, el especialista ponderó los provechosos intercambios de experiencias, debates y la socialización de criterios que en esos escenarios se pueden sostener.

La temporada ciclónica en Cuba se extiende desde el primero de junio hasta el 30 de noviembre, período que según los meteorólogos se pueden formar unos once organismos, de los cuales seis pueden alcanzar la categoría de huracán.

En Manzanillo los expertos de la defensa civil siguen atentos el cauce de los ríos Yara y Jibacoa y cualquier elevación del nivel de las aguas del Golfo de Guacanayabo.