“Hemos vivido unos días inolvidables, plenos de emoción y regocijo con nuestros niño s en Toronto”, nos comenta la maestra Lizt, muy emocionada”. Y es que Niños de Cuba, el espectáculo del Ballet Infantil, se presentó en el International Stage del Canadian National Exibition (CNE), desde el 30 de agosto al 5 de septiembre.
En esta ocasión, el programa estuvo compuesto por más de una docena de coreografías creadas por los profesores-bailarines de la compañía, que imprimieron variedad y colorido al estilo fusión. La troupe de bailarines, entre 10 y 14 años de edad, destacaba en todo momento, no sólo por su desempeño artístico-técnico, sino también por su disciplina y entrega tanto en la escena como fuera de ella.
“Cada día, al finalizar la función, los niños eran rodeados por cientos de personas que asist ían al International Stage, les felicitaban, se hacían fotos con ellos para llevárselas como recuerdo y les pedían que regresaran cada año sin falta, por favor”, nos comentó Claudia Valdivia, quien junto a Diana Fernández estuvo a cargo de la dirección artística del programa.
Fueron muy intensas las jornadas que vivieron los niños, no sólo porque se entregaban en cada presentación, sino también porque aprendieron muchas cosas nuevas y se divirtieron de lo lindo. Así descubrían: el metro y el tranvía de Toronto; asistían a una fiesta del helado; eran recibidos por las autoridades de la Canadian National Exhibición con osos de peluche y souvenirs de la feria; disfrutaban del parque de diversiones; y atentamente siguieron el musical Matilda, de Mirvish Productions, protagonizado p or niños de las mismas edades que ellos, con rigor y profesionalismo.
Días como para no olvidar. Una vez más la danza y los niños tienden un puente entre Cuba y el mundo como verdaderos embajadores de buena voluntad.
Sin dudas fue una gira muy exitosa para este Ballet infantil,una vez más, mérito que tienen estas talentosas bailarinas que siendo tan pequeñitas transmiten toda una destreza en el escenario. Hago extensiva mis felicitaciones a todas las bailarinas del proyecto, a sus maestras por esa gran preparación, a nuestra querida Lizt Alfonso y muy en especial a mi sobrina Ana Laura Garcés Escaurido.