El central campechuelero Enidio Díaz Machado comanda la zafra en Granma, por ello es inminente que pueda figurar entre los tres primeros del país en completar su plan de fabricación de azúcar en la presente campaña.

Los industriales de Ceiba Hueca  molerán  hasta mayo, aunque a fines de este mes comenzarán a tributar crudo al plan de la provincia, pues mientras otros pudieran “entretenerse”, allí  fabricarán siete u ocho mil toneladas más de aporte al compromiso de Granma.

Aun cuando la ventaja es amplia sus camaradas de Bartolomé Masó les siguen los pasos, (aún adeudan seis mil toneladas del dulce) “si lo hacen todo bien” -recalcan directivos del Grupo Azcuba- podrán arribar a la meta del 20 al 22 de abril próximo, por su parte el bayamés Arquímedes Colina, con una condicional similar al masoense podrá cumplir a finales del cuarto mes de 2019.

En cambio, los ingenios Roberto Ramírez de Niquero, y Grito de Yara en la Llanura del Cauto están obligados fabrilmente a ajustarse el cinto, pues adeudan 11 y 13 mil toneladas, respectivamente.

Algo válido para todos los ingenios: cuentan con suficiente materia prima y de buena calidad, la cuestión es molerla  con eficiencia.

RETRATOS

Muchos admiran y honran cotidianamente a Madelaine Medel Rosa, única mujer que lidera  un frente de corte mecanizado  de combinadas cañeras en Granma.

El tributo se hace cálido y efusivo, tanto en el pelotón República de Mozambique,  en el que cada día martianamente “vierte la miel de su cariño”, como en el resto de los colectivos de zafra de Grito de Yara y de  Granma.

Las relucientes cocinas ambulantes en medio de los campos de caña evocan a las mambisas, por derrochar altas dosis de esfuerzo, compromiso y deseos de contribuir a la obra  grande desde la retaguardia alimenticia, con aseguramiento de las propias bases productivas.

En el basculador como en otras secciones de un central se aúnan experiencia y juventud, lo más avezados ilustran a los más jóvenes y así el ciclo del obrero azucarero no se interrumpe nunca.

Cada amanecer  48 macheteros de la brigada Juan Manuel Márquez en Campechuela (14 años consecutivos como millonaria) aúnan mentes y esfuerzos para engrosar tongas de caña y convertirlas en azúcar.

Iván Guevara Espinosa es el competente jefe de la excelente brigada de la unidad básica de producción cooperativa Realengo; fue un cortador buenísimo y por salir recientemente “del plantón de caña” conoce al dedillo la tarea y cómo elevar más la productividad.

Un hecho quizás único ocurre en predios cañeros cubanos; desde Campechuela cinco hermanos descuellan como operadores de combinadas KTP en el propio terruño y allende sus fronteras.

Ernesto Tamayo Martínez (UBPC Marcial Jiménez) y su hermano Ramón (Ceiba Hueca Arriba) son operadores millonarios, y mantienen desde hace unos 15 años una emulación interna en la que si uno se va un poquito delante, el otro lucha por sobrepasarlo y en esa competición crece vertiginosamente su rendimiento.

En la Ubpc Vizcaíno, Lisván Tamayo Martínez también hace proezas diarias con su cortadora.

La familia  de azucareros no termina sus acciones en  Granma: los hermanos por línea materna Nolberto y Juan Marín Martínez derriban cañas en Mayabeque y, desde allá, en los intercambios que pueden hacer esporádicamente, se comunican triunfos o pesares.

En Niquero los pelotones de combinadas Jesús Menéndez Larrondo, de la cooperativa de producción agropecuaria (CPA ) de igual nombre, y Batalla de las Guásimas, de la CPA Desembarco del Granma no se contentan como cada año con obtener la condición de pelotones  millonarios, sino que siempre van por más.

Ambos colectivos fueron reconocidos en los propios cañaverales niquereños por la presidencia  provincial de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños por sus éxitos productivos dedicados ahora al aniversario 60 de la firma de la Ley de Reforma Agraria.

Sirvan estas viñetas para ilustrar con algunos ejemplos quienes hacen posible que cada mañana endulcemos el café, que nuestros niños consuman golosinas y que la economía cubana crezca.