Después de dominar en casa a los Piratas de la Isla de la Juventud (2-1), Granma intentará, a partir de hoy, someter a la escuadra de Guantánamo, en una subserie que pudiera ser crucial para su clasificación a la segunda fase de la Serie Nacional de Béisbol.
Si bien los Indios no son “rivales directos” por los seis cupos a la siguiente ronda, representan aparentes “manjares” que deben aprovecharse, aunque los duelos sean en el estadio Nguyen Van Troi, de la provincia más oriental de Cuba.
Cualquier resultado que no sea barrida a favor de los Alazanes tendría un calificativo de “malo” para la afición, teniendo en cuenta que los del Guaso solo han ganado cinco partidos, de los 30 que han desarrollado.
Además, los guantanameros han perdido nueve de las últimas diez salidas, incluso con equipos de menor abolengo que Granma.
Son últimos en bateo (245), penúltimos en pitcheo (6, 07) y últimos en la defensa (960 y 44 errores), por todo eso es racional pensar en escobazo por más difícil que esta resulte en cualquier béisbol.
Si la tropa de Carlos Martí logra ese objetivo llegaría a 18 triunfos y, a falta de cuatro subseries, podría buscar siete triunfos que casi la aseguren en puestos de comodines.
No será fácil para una selección que batea poco (penúltima del campeonato) y que ha visto cómo un hombre clave como Carlos Benítez ha descendido en los últimos compromisos.
De todos modos, Granma dispondrá en Guantánamo de un buen trío de abridores: César García, Lázaro Blanco y Erluis Blanco. Con esta tríada y exprimiendo las matemáticas, los Caballos necesitan dejar en blanco a los Indios.