Cajeros automáticos: Sin relevos ni frenos (+fotos, audio y video)

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Por Anaisis Hidalgo Rodríguez y Geidis Arias Peña | 25 septiembre, 2021 |
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Un par de horas antes de despuntar el sol, desafía los riesgos de la oscuridad para llegar hasta el cajero más cercano, distante a unos dos kilómetros, y extraer su pago mensual. Hace tres meses emplea esta estrategia porque la cola se acrecienta al levantar el día y es más peligroso sortear la aglomeración de personas que la noche.

Las colas de las cajas dispensadoras de dinero bien toman dos o tres horas durante los primeros 15 o 20 días del mes, cuando se deposita el pago a los trabajadores con tarjetas magnéticas quienes, junto a otros clientes bancarios, suman más de 450 mil personas; 385 mil más que en el año 2015, cuando comenzaron en Granma las operaciones automáticas de extracción de efectivo.

Granma cuenta solo con 16 cajeros automáticos; 10 en Bayamo, cuatro en Manzanillo y dos en Media Luna. FOTO/Anaisis Hidalgo Rodríguez

DESENTRAÑAR LA COLA

La espera no está exenta de sobresaltos: “¡que no se vaya la corriente!”; “no ¡y a aquel se le trabó la tarjeta!”; “el colmo, ahora van a habilitar!” Cada percance impone dosis de paciencia y pérdida de tiempo.

De 100 mil a 110 mil operaciones se realizan al término de 30 días para sacar cerca de 11 millones de pesos cubanos en solo 16 equipos electrónicos existentes en el territorio, los cuales operan sin relevos ni frenos, solo con un pequeño receso de 1:00 a.m. a 5:00 a.m., cuando se maniobran a nivel nacional.

Por encima de 550 mil personas poseen tarjetas electrónicas; 385 mil más que en el año 2015, cuando comenzaron en Granma las operaciones automáticas de extracción de efectivo. FOTO/Anaisis Hidalgo Rodríguez

Si bien las cifras revelan por sí solas la incompatibilidad entre los usuarios y las cajas de pago, se continúa la oferta de tarjetas magnéticas, que también implica desafiar la madrugada para adquirir un turno en las sucursales del Banco Popular de Ahorro (BPA) y del Banco de Crédito y Comercio (Bandec).

Directivos y especialistas de ambas entidades coinciden en que las tarjetas tienen como principio potenciar el comercio electrónico, a través de EnZona y Transfermóvil, el cual no es explotado por los granmenses, al margen del pago de la factura telefónica, eléctrica, con el abono de un tres hasta un cinco por ciento del importe. Pero, ¿nos hemos preparado para el pago en esas plataformas digitales?, ¿dónde están las ofertas electrónicas?, ¿satisfacen las necesidades puntuales de los granmenses?

Más de 30 mil personas con tarjetas magnéticas son jubilados. FOTO/Anaisis Hidalgo Rodríguez

La generación que mayormente posee al menos una tarjeta electrónica, no tiene cercanía con las nuevas tecnologías; son los hijos de las antiguas máquinas de escribir, que durante más de 20 años realizaron compras al cash y cuentas a punta de lápiz. Aun los más osados necesitan entrenamiento; se quedan a la mitad de las opciones y no pocas veces el Banco debe destinar a un especialista durante toda una jornada para orientar a los propietarios o efectuar estas operaciones.

A propósito, inicialmente se sembró un descontento en la población que optó por el pago de los servicios desde el móvil. Un grupo de facturas que aparecían impagadas atentaron contra la reputación del servicio y trajo consigo la retirada. Lo que se suma a consideración la necesidad de continuar la capacitación y adiestramiento tanto institucional como de los clientes ante un servicio creciente a nivel mundial del cual no escapamos en la provincia, pese a ser de los últimos territorios con la disponibilidad del servicio en el país.

Asimismo, las ofertas de Comercio y Gastronomía en el territorio, que al principio cautivaron, se quedan hoy por debajo de las expectativas del cliente que encuentra a duro bregar los demandados productos en el mercado informal, según manifiestan consumidores asiduos al sistema electrónico.

A la sumatoria de inconvenientes se une la anulación de compras en las tiendas recaudadoras de divisas, no exentas de insatisfacciones en el servicio tras la reiterativa inexistencia de conexión, pero que a fin de cuentas, descongestionaban las colas de los cajeros, que llevan implícito “cocinar” la piel a altas temperaturas y obstruir el paso público en aceras y arterias, desprovistas de un espacio techado o un área de espera como consecuencia de la operatividad con que fueron diseñadas mundialmente las cajas monetarias.

Se añaden las afectaciones eléctricas, que inhabilitan el servicio y luego, el peligro que entrañan las aglomeraciones por el alza de contagios de la Covid-19.

PIEDRAS EN EL CAMINO

Entonces, ¿Por qué no colocar más cajeros automáticos?¿No hay dinero suficiente en correspondencia con la demanda?¿Ante las roturas, que opciones quedan?¿Qué futuro se avizora?

FOTO/Anaisis Hidalgo Rodríguez

“Granma tenía en planes instalar unos 12 cajeros en 2020, pero incrementar el número depende de una inversión centralizada que al país se le ha hecho imposible asumir por el recrudecimiento del bloqueo y la pandemia”, expresa José Varona del Risco, Jefe de caja de la Delegación provincial de Bandec.

Varona del Risco comenta que el bloqueo se siente también en la disponibilidad de recursos para repararlos y en la imposibilidad de adquirir baterías, lo cual impide que los cajeros tengan respaldo ante la falta de servicio eléctrico.

“A veces se rompen ligas y las adquirimos con trabajadores por cuenta propia para resolver la situación; de ellos nos servimos ante el déficit de transporte para trasladarnos hasta Manzanillo o Media Luna cuando sus equipos sufren roturas”, describe Varona del Risco.

Marisbel Urquía Santos, Directora provincial de BPA, recalca que existe un plan estratégico desde el Banco Central de Cuba para incrementar progresivamente la ubicación de cajas en todos los municipios que en el país carecen de este medio electrónico, pero se ha imposibilitado el acceso a créditos para importar cajeros automáticos, cuyo costo supera los 20 mil dólares en el mercado internacional.

Marisbel Urquia Santos, Directora provincial de BPA. FOTO/Anaisis Hidalgo Rodríguez

Urquía Santos menciona que entre las limitaciones del servicio figuran, además de los problemas técnicos, las indisciplinas sociales.

“Hay quienes introducen monedas, cartón y hasta palos, acelerando el deterioro del equipo, y su salida del sistema”, precisa. Hechos que exigen, quizás, poner ojos humanos a su cuidado; porque aunque los equipos cuentan con una alta seguridad, no pueden impedir ser agredidos.

SUGERENCIAS

Por el momento, las alternativas que contrarrestan las constantes colas en los cajeros apuntan a la poca gestión comercial de venta, la variedad de las ofertas que no deben quedarse en la apertura de la iniciativa, además la accesibilidad al precio y el reto de incorporar más sectores al pago en línea, hacia donde indica el futuro inmediato. A la par, se imponen estrategias bancarias, pues la opción de los post y Cadeca para extraer dinero, aún es insuficiente.

A la vuelta del mes, el cliente espera que esta sea una cola menos que sortear, un servicio que no quebrante sus derechos y responda a sus necesidades, para evitar, más que una madruga o un sol implacable, un disgusto que lacera.

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  1. “A veces se rompen ligas y las adquirimos con trabajadores por cuenta propia para resolver la situación; de ellos nos servimos ante el déficit de transporte para trasladarnos hasta Manzanillo o Media Luna cuando sus equipos sufren roturas”
    ¿Es que estos trabajadores por cuenta propia, no están bajo el mismo bloqueo que el Estado Cubano?
    Que escusa mas vanal la de este señor.
    Esto sólo tiene un nombre: Ineficiencia y desinterés.

  2. Con el mayor respeto, cuando se planifica adquirir algo se asigna un presupuesto, ese presupuesto puede alcanzar para lo planificado, para más o para menos, lo que no se entiende es que no alcance para nada. Si planificaron incorporar 12, pues por qué no incorporan 4 y ceden el resto del dinero para las tareas emergentes a cargo del presupuesto del gobierno y no del presupuesto del banco? Cómo dijo el Presidente….No me digas más del bloqueo, etc. Tienes que planificar tendiendo en cuenta ese elemento que por ahora vamos a seguir teniendo.

    1. Magalys agradecida por su recomendación de todos modos usted puede comentar aquellos problemas subjetivos que no fueron abordados en el trabajo estamos seguros que los directivos del banco no perderán de vista los comentarios que se generen al respecto. Gracias.

  3. Excelente trabajo, no solo muestra insuficiencias y trabas que se sufren a diario en este servicio, sino que brinda posibles solución al problema. No obstante, hay problemas subjetivos que no se mencionan. Yo hace tiempo me retiré de ese servicio y lo soluciono haciendo transferencias a compañeros de trabajo que extraen efectivo para recargar su teléfono móvil pero como no tienen tarjeta no se pueden autotransferir y el día del pago del salario ando detrás de ellos, yo les transfiero y ellos me entregan el dinero que extrajeron previamente del cajero, claro después de hacer las largas colas que ello implica.

  4. Felicidades amiga. Un tremendo articulo sobre un tema muy sencible, hoy amanecì en el banco de la plaza de la patria. Una situacion compleja, siete de la mañana ya mas de 150 personas, un solo cajero funcionando, un funcionario intentando explicar li inexplicable, argumentando que el que no trabajaba se habia quedado sin dinero y que dentro de un rato se habilitaria, que el problema es que hay muchos clientes. Eso es verdad, solo que los clientes somos los dueños de ese efectivo. Tener mas cajeros puede ser objetivo, que se queden sin dinero, se inhabiliten en determinados momentos, solo hace mas critico el problema objetivo.

    1. Gracias Roger por contarnos su experiencia son muchas en este sentido creo que unos cuantos hemos tenido una que otra situación en la que hemos sufrido los estrés de estas colas y las insuficiencias del servicio por causas objetivas y subjetivas que en esencia nos crean insatisfacciones.