La Habana, – La consulta popular en marcha en Cuba para opinar sobre el proyecto de una nueva Constitución representa un ejemplo de democracia, afirmaron hoy aquí participantes en el proceso.
Tenemos la oportunidad de expresarnos en un proceso democrático para opinar en torno a un texto que aboga por la no discriminación y defiende conquistas como la salud y la educación, precisó.
Por su parte, Joel Granda, especialista en Estudios Sociales de la propia institución, celebró las discusiones en curso en las 15 provincias cubanas, ‘porque vemos a toda la sociedad involucrada, desde los jóvenes y los trabajadores hasta los estudiantes y jubilados’.
Es un ejemplo de participación del pueblo en cambiar todo lo que deba ser cambiado, principio recogido en el concepto de Revolución del líder Fidel Castro, subrayó.
De acuerdo con Granda, la consulta ayudará a enriquecer el texto, que deberá aprobarse en un referendo previsto en febrero del año próximo.
Los expertos de la ONEI consideraron que el país necesita una nueva Constitución, en sintonía con los acuerdos del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (2011) y la actualización del modelo socio-económico de la isla.
El proyecto sometido a discusiones en centros de trabajo y estudio, así como los barrios del país, fue aprobado el 22 de julio en la Asamblea Nacional del Poder Popular, que convocó a la consulta.
Al concluir el proceso, los criterios aportados por la población, con sus propuestas de adiciones, eliminaciones y modificaciones, regresará a la comisión encargada de redactar el documento, que elaborará la Constitución que irá a referendo aprobatorio.
Diputados integrantes de esa comisión, entre ellos Yumil Rodríguez y Eduardo Torres-Cuevas, aseguraron que se trata de un proceso inédito en el mundo.
Los parlamentarios resaltaron la posibilidad de que cada cubano sea un constituyente y aporte al presente y al futuro de la mayor de las Antillas.