Panamá- El gobierno panameño cambiará su método para medir la pobreza a una forma multidimensional, asumiendo así las nuevas corrientes de organismos internacionales, informó hoy el Ministerio de Desarrollo Social (Mides).
Históricamente en el país, como en el resto del mundo, la pobreza se mide sobre la base de ingresos y capacidad de consumo de la población, explicó al diario La Prensa, Michelle Muschett, viceministra del Mides.
Ser pobre es una condición que implica una serie de privaciones que van más allá de los ingresos percibidos por una familia, precisó, y agregó que salir de ese estado de vulnerabilidad no necesariamente implica la ausencia de carencias.
Muschett detalló que el índice de pobreza multidimensional medirá las necesidades de los hogares que no les permiten salir de esa situación, por tanto, se tomarán en cuenta acceso de la población a salud, educación, condiciones de las viviendas y vulnerabilidad a los eventos naturales.
La nueva herramienta, la cual deberá estar lista en junio de 2017, permitirá que los resultados ayuden a enfocar las políticas públicas basadas en información concreta, e incluso contará con indicadores de su impacto, y eso permitirá saber si las ayudas llegan a la población realmente necesitada, explicó.
Una vez elaborado el índice de pobreza multidimensional, que actuará como un complemento de lo existente, se podrá saber con mayor precisión si una familia se encuentra en la pobreza por falta de acceso al sistema educacional o de salud, o al mercado laboral, afirmó.
Algunas reacciones positivas se produjeron tras el anuncio, entre ellas Doris Zapata, exfuncionaria gubernamental, quien aseguró que la iniciativa irá más allá de la mirada económica tradicional a la pobreza y del ingreso per cápita de la población, para conocer el grado de bienestar y desarrollo.
Por otra parte, Miguel Fuentes, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en Panamá, expresó que una de las recomendaciones en la agenda de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030 es la reducción a la mitad de la pobreza en el mundo.
Panamá lidera el crecimiento económico de América Latina y el Caribe, pero ocupa la quinta posición regional en Índice de Progreso Social 2016, que evalúa satisfacción de las necesidades humanas básicas.
La nación istmeña fue superada por Chile, Costa Rica, Uruguay y Argentina, y ocupó el lugar 41 en el mundo de 133 países analizados, dentro del grupo considerado de progreso medio alto.
La filosofía del índice se fundamenta en que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), indicador normalmente utilizado para medir la evolución de los países, no ofrece un dibujo completo sobre la calidad de vida de las personas y sus oportunidades de mejora.