Cambio climático se ensaña con economía de pequeños estados insulares

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Por Prensa Latina (PL) | 24 septiembre, 2019 |
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La Habana. (Prensa Latina) A pesar de que los pequeños estados insulares en desarrollo avivan muy poco las llamas del calentamiento global, son sus mayores víctimas.

Así lo reconoció recientemente un informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad) que alertó además del impacto nocivo que el cambio climático representa para estas naciones en sectores como la pesca, la agricultura o el turismo, sumamente expuestos a fenómenos meteorológicos extremos.

Dado su pequeño tamaño, lejanía, recursos limitados y base de exportación, abundó, estos países tienden a enfrentar restricciones de desarrollo tales como un crecimiento económico altamente volátil, grandes costos de energía, infraestructura, transporte, comunicación y servicios, y considerable exposición a factores económicos externos.

Actualmente se reconocen 38 estados de este tipo de los cuales el 75 por ciento se encuentran en el Caribe y el Pacífico mientras el resto se distribuye en el Atlántico, el Océano Índico, el Mar Mediterráneo y el sur de China.

Según se especifica en el análisis, estos países son altamente vulnerables a la inundación marina de áreas bajas, intrusión salina en sistemas terrestres, blanqueamiento de corales, degradación de ecosistemas, pérdida de hábitat, enfermedades inducidas por el clima, así como daños ocasionados por eventos climáticos extremos.

A su vez, estos efectos nocivos en las vidas se ven exacerbados por la concentración de población, tierras agrícolas e infraestructura en las zonas costeras.

Al estar estrechamente vinculados a las exportaciones de productos básicos, la caída de los ingresos por este concepto tiende a reducir el espacio de las políticas públicas, lo que provoca una disminución del gasto en programas sociales y obstaculiza el desarrollo económico nacional y los esfuerzos de alivio de la pobreza en estas zonas.

Cambio climático, mayor amenaza de nuestro tiempo

Incluso el Fondo Monetario Internacional reconoció al cambio climático como la mayor amenaza existencial de nuestro tiempo y, en una intervención reciente, su presidenta Christine Lagarde hizo un llamado sobre la necesidad de una mejor adaptación y mayor capacidad de resiliencia, particularmente en la región del Caribe.

‘Sus islas están entre las 25 naciones más vulnerables’, explicó, ‘y su pequeño tamaño implica que tengan un costo por los daños seis veces más grande que el de estados más grandes’.

Según la Organización Meteorológica Mundial, los registros récord de gases de invernadero están llevando la temperatura del planeta ‘aniveles cada vez más peligrosos’.

El organismo afirmó que las emisiones de dióxido de carbono, el principal gas de invernadero, aumentaron el año pasado un 1,7 por ciento debido al alto consumo de energías no renovables.

Asimismo, un centenar de científicos, colaboradores del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) francés, alertaron que el calentamiento global en el año 2100 será peor de lo que preveían estudios anteriores, con un aumento de la temperatura global de 6,5 a 7 grados centígrados para ese año.

Calentamiento global, reto creciente para pequeños estados insulares

Entre los pequeños países insulares que son miembros de las Naciones Unidas, el 58 por ciento depende de los productos básicos con una prevalencia mayor entre las naciones del Pacífico.

El aumento de la temperatura de la superficie del mar plantea riesgos importantes para los estados que obtiene una gran parte de sus ingresos de exportación de mercancías de la pesca, como Kiribati (88 por ciento en 2013-2017), Maldivas (79 por ciento) y los Estados Federados de Micronesia (75 por ciento).

También los efectos negativos del cambio climático en la producción de cultivos y pesquerías son más graves en las regiones de baja latitud, donde se encuentran la mayoría de los países en desarrollo que dependen de la exportación de productos básicos, observa el informe de la Unctad.

El sector pesquero fue la fuente más importante de los ingresos por exportaciones de mercancías en diez de estos estados entre 2013 y 2017, siete de los cuales están en el Pacífico.

Igualmente, en seis de esta decena de naciones, los productos pesqueros representaron más de la mitad de su exportación total por ganancias durante ese período: Kiribati (88 por ciento), Maldivas (79), los Estados Federados de Micronesia (75), Seychelles (69), Palau (62) y Tuvalu (57).

Los cambios en la distribución de especies acuáticas podrían disminuir ganancias en la pesca tradicional, reducir el empleo, exacerbar las preocupaciones de seguridad alimentaria y potencialmente crear conflictos sobre los recursos, abundó además Unctad.

El cambio climático también tiene importantes impactos económicos en los países que dependen de las exportaciones de combustibles, minerales y metales, como Guyana, Jamaica, Santa Lucía, Surinam y Trinidad y Tobago.

La infraestructura de transporte, como puertos, aeropuertos, carreteras y puentes, son igualmente vulnerables a eventos climáticos extremos más frecuentes e intensos, incluidos ciclones y huracanes.

El informe de Unctad particulariza en el caso de los puertos que experimentan daños por inundaciones, vientos fuertes y por cambios en los patrones de tormentas y corrientes costeras.

Según el análisis, estos enclaves podrían aumentar el riesgo de demoras, causar importantes interrupciones operativas (logística y servicios) y daños en la infraestructura de transporte costero.

Y es que el cambio climático es una amenaza para la propia subsistencia de estas islas.

La Unctad reconoció también en su informe que en diez pequeños estados insulares, al menos un tercio de la población en 2010 vivía en zonas costeras que estaban a menos de 10 metros sobre el nivel del mar.

Por ejemplo, en Maldivas, donde el 80 por ciento de la superficie de la tierra se encuentra a menos de un metro por encima el nivel del mar, es probable que un aumento en el nivel del océano empeore el llamado estrés ambiental, en donde se incluyen inundaciones periódicas y escasez de agua dulce.

Estudios recientes, apuntó Unctad, sugieren que el aumento global del nivel medio del mar para finales de siglo será de al menos 52 centímetros en el escenario más moderado, ó 74 centímetros en el menos optimista.

La diversificación económica y de exportaciones es la mejor respuesta a los desafíos planteados por el cambio climático en los países en desarrollo que dependen de los productos básicos, según el informe de la Unctad.

La diversificación podría ser horizontal, lo que implica aventurarse en nuevos bienes y sectores para reducir la dependencia de una gama limitada de productos, o vertical, lo que implica mover la cadena de un producto de manera que aumente su valor.

Según la investigación, una estrategia de diversificación exitosa probablemente incluirá una combinación de políticas horizontales, como el fortalecimiento del capital humano a través de inversiones en educación y salud, y medidas específicas para promover sectores individuales.

‘La crisis climática plantea una amenaza existencial para los países en desarrollo que dependen de los productos básicos y provocará el colapso de algunas economías si no se toman medidas decisivas ahora’, consideró el secretario general del organismo Mukhisa Kituyi.

‘Ahora más que nunca antes, estos países necesitan evaluar su potencial de diversificación y reducir su dependencia de los productos básicos, lo que durante décadas los ha expuesto a mercados volátiles y al cambio climático’, sentenció.

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