A camino escabroso, soluciones ingeniosas

Directivos de varias entidades del Minal en Granma explicaron en panel especial cómo el déficit de harina de trigo y combustible deprimen las producciones alimentarias y qué alternativas se adoptan para mantener activas las fábricas.
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Por Anaisis Hidalgo Rodríguez | 21 mayo, 2021 |
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FOTO/ Anaisis Hidalgo

Roger Fernández Bodaño, coordinador del Ministerio de la Industria Alimentaria (Minal) en Granma, explicó durante el programa Frecuencia 12 que este Ministerio hoy no dispone de consumos estables de materias primas que permitan sostener el nivel de ofertas que antes desarrollaban empresas como la cárnica, la cubana del pan y la integral alimentaria.

“A a pesar del cambio de presidente en Estados Unidos las políticas siguen siendo las mismas en cuanto al bloqueo económico impuesto al país, y a las que se han conjugado limitaciones económicas que afectan al mundo y a Cuba como parte de él.

“Aún cuando hay una voluntad política de dedicar financiamiento a las cuestiones que tienen un impacto sobre la población muchas veces teniendo el dinero no logras que el productor tradicional te venda lo que necesitas, porque él también tiene afectaciones.

“Por otro lado el flujo del turismo de Cuba estuvo alrededor de los cuatro millones de turistas, y este 2021 las cifras son irrelevantes a causa de la Covid-19”, precisó el directivo de la Empresa cárnica Granma.

Todo ello explicó Fernández Bodaño ha generado muchas complicaciones para sostener el anterior ritmo productivo de la alimentaria y la cubana el pan, que hoy están recibiendo la mitad de la harina que tenían para desarrollar su consumo normal en 2018.

La alimentaria, que trabajaba con unas cien toneladas de harina de trigo, hoy recibe cuarenta y tantas toneladas con el propósito de asegurar el pan para la población, para el sistema penal y el sistema de salud que hasta el jueves 20 de mayo tenía ingresados entre sospechosos y contactos de la Covid-19, unas mil 358 personas a las cuales se les garantizan tres rondas de pan: desayuno y dos meriendas.

A consecuencia, la industria cárnica y pesquera han reducido casi a cero el consumo de harina para procesamiento industrial, con lo cual evitan una mayor afectación en la industria local alimentaria, mientras la cubana del pan incluye un 20 por ciento de harina de maíz en la producción de su pan para destinar un porcentaje de harina a la alimentaria, a cargo de garantizar el pan de la canasta familiar.

INTEGRAL ALIMENTARIA

Yoinel Ramos La O, director de la Empresa integral de la industria alimentaria (Epiia) explicó que en cuanto al pan aún persisten algunas quejas relacionadas con la calidad, mayormente asociados a la falta de control sistemático de administradores, maestros panaderos, y técnicos, a lo cual se suma el deterioro de los equipamientos y la característica de la materia prima.

Como alternativa al déficit de harina de trigo elaboran producciones a base de maíz, como el ponqué, que ya se comercializa en unidades de Bayamo e incluye un ciento por ciento de harina de maíz, huevo, sabor y más azúcar.

CUBANA DEL PAN

Arnel González Fernández, director de la Unidad empresarial de base Cubana del pan hizo referencia a algunas particularidades del pan elaborado desde el 8 de mayo con un 20 por ciento de harina de maíz para la población que recibe unas diez toneladas diarias.

“Los primeros tres días que empezamos a elaborar este pan, lo hacíamos con una harina de trigo que tenía un 28 por ciento de gluten, desde este martes estamos trabajando con una de 35 de gluten, que permite un mejor desarrollo del pan, aunque como es lógico, se siente la granulación en la textura, pero el color y el sabor no cambian”, expuso González Fernández.

Durante este panel especial se hizo hincapié en la voluntad de la máxima dirección del País de no alterar el precio a raíz de la Tarea Ordenamiento, aún cuando la harina multiplicó nueve veces su precio en el mercado internacional.

También relacionado con este tema, se esclareció que el precio del pan en la Cadena cubana del pan, lo decide su gramaje, no la calidad de la harina.

Por otro lado comentó que el pan hecho con harina de maíz contiene vitamina A y B, favorece el sistema óseo, estimula el crecimiento y se recomienda para quienes padecen de cáncer de colon.

En lo que va de año se han producido además unas veinte toneladas de pan con extensores como yuca, calabaza y boniato, que permiten mantener activas nuestras fábricas.

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