La comisión municipal de Transporte estableció como requisito que los automóviles sean capaces de cambiar al modo convencional e incluyan sensores y cámaras a fin de monitorearlos mientras se desplazan por las vías públicas.
Deben obtener el aval tras pasar una revisión técnica y, una vez aprobados, efectuarán sus ensayos en horarios y calles predeterminadas por las autoridades de la ciudad.
Además se exige la presencia de un conductor en el carro y se le responsabilizará en caso de accidente.
El gobierno local de Beijing tomó las medidas luego de la controversia que desataron en julio pasado las pruebas sin regulaciones del vehículo autónomo de Baidu, el mayor navegador en internet del país.
China acelera el desarrollo de esa tecnología, basada en la inteligencia artificial, y planea comenzar la comercialización de los autos en 2019 y masificarla dos años más tarde.