Carlos Martí: entre el oro y una decisión difícil

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Por Juventud Rebelde | 5 abril, 2021 |
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FOTO/ Ismael Francisco Gonzalez Arceo

SANCTI SPÍRITUS.— A sus 72 años y con 46 campeonatos élites como director de equipos en Cuba, Carlos Martí Santos nunca había llorado sobre un terreno de béisbol como este domingo cuando ganó su tercera corona en los últimos cinco años con los Alazanes de Granma.

«Es mucha emoción», y apretaba la mano contra su pecho, mientras las lágrimas, nacidas en lo hondo de esa parte de la caja de su cuerpo, trataban infructuosamente de esconderse detrás del nasobuco.

Él, que parece amarrado a su asiento durante el tiempo que dura el juego, inexpresivo (a simple vista), casi nunca con la gorra correctamente colocada su cabeza encanecida, no pudo aguantar esta vez tantos sentimientos juntos que se agolparon con el trote dorado de sus Alazanes. Acarició el trofeo como nunca antes. No lo subió al cielo. Lo bajó a la tierra mientras se agachaba delante de sus muchachos, diciéndoles con ese gesto: los grandes son ustedes.

—Has ganado una Serie Selectiva (1981 con Orientales) y tres series nacionales (2017, 2018 y 2021), ¿cuál título has disfrutado más?

—Todos los he festejado, pero no con la misma intensidad. Este campeonato ha sido muy duro por el tiempo que llevamos jugando, casi siete meses, y lo ganamos sin refuerzos, con los atletas de nuestra provincia y eso tiene su reconocimiento. Si tengo que escoger uno, me quedo con este. Nadie nos daba de favoritos y aquí estamos, alzando la corona.

—¿Cuál duelo de la postemporada considera que haya sido el más difícil?

—Los play off son siempre complejos, deciden la suerte de un equipo, de un año de trabajo, de una generación de atletas y no hay enemigos fáciles. Nadie discute que Industriales es un gran equipo de la pelota cubana, con 12 títulos, que siempre juega fuerte y lo demostró contra nosotros; después nos tocó Pinar del Río, otro de los históricos, con un pitcheo profundo y en buen momento, pero los muchachos resolvieron la situación ofensivamente, y ahora enfrentamos a Matanzas, el campeón del año pasado, con muchas figuras estelares y de experiencia en ligas extranjeras, que era el favorito de casi todos.

—¿Lo sorprendió el estado de forma exhibido por el equipo en la final después de tantos días de aislamiento y pocas jornadas para entrenarse?

—No te voy a negar que sí, me sorprendió un poco, solo nos dieron una semana para prepararnos tras 17 días sin tocar una pelota y un bate, recluidos debido a que tuvimos casos positivos de COVID-19. Los muchachos asimilaron la planificación diseñada y nunca se amilanaron.

—Después de 32 años como mánager de equipos de Granma en series nacionales, ¿califica a esta generación que conquistó tres coronas como la mejor que ha tenido la provincia?

—Esa comparación me resulta difícil. Hemos tenido equipos muy buenos, por ejemplo en los años 80, pero era otro el nivel del béisbol cubano. Fuimos bronce en la serie de 88-89. Ahora se ha redondeado un grupo que tiene más parejos los tres factores de juego: un pitcheo que sin ser tan profundo domina en nuestra pelota, la defensa ha mejorado muchísimo, ese era uno de los grandes problemas de los conjuntos granmenses, y el bateo sí se ha mantenido fuerte, como el arma fundamental de nuestros equipos históricamente.

—Entre los méritos de los Alazanes estuvo haber prescindido de Roel Santos, Lázaro Blanco y Guillermo Avilés durante parte de la campaña regular y sin embargo concluyó empatado en ganados y perdidos con Sancti Spíritus en el primer lugar…

—Nosotros hemos trabajo en la provincia para garantizar el relevo, no solo sucedió en la etapa clasificatoria, también pasó en los play off. Hay una cantera de jóvenes con potencialidades que asumieron protagonismo en momentos fundamentales. El ejemplo es Guillermo García, seleccionado el MVP de la postemporada. Eso asegura que hay Granma para unas cuantas temporadas en la élite del béisbol cubano.

—Cuando anunciaron el cuerpo técnico para preparar la preselección a la III Copa del Caribe su ausencia generó polémica. ¿Se sintió relegado?

—Esa es una pregunta incómoda. A todo el mundo le gusta que le reconozcan su trabajo. En mi caso nunca he hecho nada en Granma pensando en que me lleven al Cuba. Ya he estado en un Clásico Mundial, series del Caribe, Juegos Centroamericanos y del Caribe. Respeto la decisión de quienes tienen la responsabilidad de elegir a los técnicos, si consideran que no estoy en condiciones no hay por qué molestarse.

«Mi misión es trabajar en mi provincia, a la que he dedicado toda mi vida, y por lo tanto lo que me reconforta es que las cosas salgan bien allí, y este campeonato es el mejor premio».

—Y si lo llamaran ahora, ¿aceptaría?

—Todo lo que sea representar a mi país siempre va a ser bueno, pero te repito, no es algo que me quite el sueño.

—A veces, cuando los mentores tienen cierta edad dicen que son de la vieja escuela…

—Sí, es cierto, pero no son solo algunos directivos quienes piensan así, la prensa influye mucho en eso también, no dejan de llamar a uno veterano, veteranísimo y unos cuantos términos más. Pero yo veo que en Grandes Ligas hay directores de 60 y 70 años, porque la experiencia es muy importante para dirigir en béisbol.

—¿Qué opinión le merece la intención de que el director del equipo Cuba no dirija en la Serie Nacional?

—Yo creo que lo mejor es que sí dirija en el campeonato cubano, que esté directo en el terreno. No me parece bueno intentar resolver los problemas desde afuera, viendo la pelota desde las gradas. El mentor se forma y ejercita viviendo y sufriendo cada situación diariamente.

—Hablemos de Carlos Martí como persona, quien por méritos propios ya se ha ganado un sitio en el altar de los mentores más exitosos en Cuba. Dicen que usted es caprichoso. ¿Qué respondería?

—(Achica los ojos). Cada persona tiene sus características, nadie es monedita de oro para caer bien siempre, tengo mi forma de ser, pero soy respetuoso, trato de cumplir bien mi trabajo, respeto y exijo respeto.

—¿Cómo son sus relaciones con el cuerpo técnico y los jugadores?

—Pregúntele a ellos, hay momentos en que es necesario escuchar y en otros tomar decisiones solos, pero son más de 30 años en este giro y si no hubiera habido una buena relación entre todos, no creo que hubiese durado tanto en este puesto.

—¿Es difícil mantener la ecuanimidad durante casi todo el juego?

—La procesión se lleva por dentro, pero por mi responsabilidad no puedo mostrar nerviosismo, inseguridad, porque eso podría influir en el comportamiento de los jugadores y en las decisiones que yo tome. Me enfoco todo el tiempo en el partido.

—¿Podría mencionar tres virtudes suyas como director de equipos?

—Estás poniéndome en 3 y 2. Me gusta trabajar, la seriedad y haber vivido para el béisbol. Ahí, modestamente, están las claves de los resultados que hemos logrado.

—¿Y los defectos con los que ha tenido que lidiar?

—De esos sí tengo muchos, aunque no lo parezca la sangre me hierve caliente, antes era un poco agresivo con el arbitraje, pero con el tiempo he mejorado en eso… De mis defectos y virtudes mejor que hablen quienes me conocen.

—Si no se hubiera dedicado al béisbol, ¿qué le hubiera gustado ser?

—Yo empecé jugando fútbol cuando era niño, participé en varios juegos escolares nacionales, pero en el año 66 entré en el Fajardo y pasé a la cátedra del profesor Juan Ealo, una institución por sus conocimientos de la pelota, fui alumno ayudante y cuando me gradué me enviaron a trabajar a la antigua provincia de Oriente, y desde entonces mi mundo ha sido este deporte.

—Aunque era bastante secreto, ya había algunas filtraciones de que usted está pensando en retirarse del puesto de mando del equipo. ¿Haber ganado el campeonato lo haría cambiar de idea?

—Sí, lo estoy valorando, es una decisión muy difícil después de una vida entera dedicada al béisbol. Hay temas que llevan mucho análisis, meditación a solas. Tengo 72 años y quisiera estar más tiempo con la familia, dedicarme a los nietos. Sé que cuando me vaya voy a echar mucho de menos este trabajo. Ahora, con este resultado, voy a tener que pensarlo el doble.

Historial en campeonatos cubanos de béisbol

Series Nacionales (32) JG: 1151- JP: 1039

En play Off: JG 44-JP 50

Oro: 2017-2018-2021. Bronce: 1989

Series Selectivas (12): JG: 321-JP: 381

Oro: 1981. Plata: 1979 y 1983. Bronce: 1982, Todos los podios con el equipo de Orientales.

Superligas (2): JG: 23. JP: 26

Bronce: 2003

Estadísticas: Benigno Daquinta

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  1. Merecido respeto para Carlos Martí, hombre de los que se habla mucho pero abundan poco, espero que su legado perdure y continuemos teniendo ALAZANES para rato, aunque se sufra en momentos estaremos junto ellos siempre.
    FELICIDADES.