Moscú, – Una pareja de cazas SU-27 rusos interceptaron a los aviones espías estadounidense P-8A ‘Poseidon’ y RC-135, cuando volaban sobre las aguas del mar Negro, cerca de las costas de Crimea, indicó hoy la televisión local.
De acuerdo con la jefatura del Distrito Militar del Sureste, su sistema de defensa antiaéreo detectó el movimiento de los referidos aparatos norteamericanos que fueron escoltados en su vuelo por zonas neutrales del mar Negro, para evitar su ingreso a los límites rusos.
Como en ocasiones anteriores, el ministerio de Defensa aclaró que los cazas rusos realizaron el acompañamiento en consonancia con las normas internacionales establecidas para estos casos con un vuelo en zona internacional, sin violar la frontera de otra nación.
El pasado día 19, cazas rusos SU-30 y SU-35, así como los interceptores MIG-31 siguieron de cerca un vuelo de una pareja de bombarderos estratégicos estadounidenses B-52H en el mar de Ojotsk, situada entre la península de Kamchatka y la isla de Sajalín.
La guardia combativa de la defensa antiaérea del Distrito Militar Oriental fue activada para vigilar a los bombarderos.
Asimismo, el 15 de junio último, cazas SU-27 siguieron el vuelo de otro bombardero estratégico estadounidense B-52H sobre aguas neutrales del mar Báltico y cerca del enclave occidental ruso de Kaliningrado.
Para interceptar a un avión capaz de disparar varias armas, incluidos misiles con cabeza nuclear, se utilizaron entonces naves aéreas de la flota del Mar Báltico, perteneciente al Distrito Militar Occidental.
Aviones de espionaje y bombarderos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) realizaron vuelos en la zona del mar Báltico en el marco de las maniobras Baltops-2020, donde participó una agrupación naval de 28 unidades de superficie e igual número de aparatos aéreos.
Los ejercicios del bloque noratlántico incluyeron a tres mil militares de 17 de sus miembros y dos estados asociados: Suecia y Finlandia.
El día 5 de este mes, buques y medios de seguimiento de la flota rusa del Norte vigilaron el movimiento de la fragata francesa ‘Aquitania’, con misiles crucero de mil kilómetros de alcance, en el mar de Barents.