Cientos de bayameses se dieron cita, este jueves en el parque Fernández de Castro, conocido como parque de la emulación, para celebrar el acto provincial por el día internacional de los derechos humanos.
El festejo, además de vibrantes momentos culturales, contó con la intervención de cuatro representantes de la Federación de Mujeres Cubanas, quienes reconocieron el digno lugar que les ha dado la Revolución y los logros alcanzados después del victorioso primero de enero de 1959.
Las palabras iniciales estuvieron a cargo de Thalía García Aguirre, joven bayamesa que abordó los privilegios que disfrutan las féminas de este archipiélago comparadas con sus similares en el mundo, además del protagonismo alcanzado en el deporte, la cultura, la ciencia y la sociedad.
Seguidamente Ivis Ginarte Rosales denunció la reciente tergiversación mediática de la realidad cubana y a quienes pretenden confundirnos con discursos falaces.
Por su parte, Coralia Chacón Benítez, resaltó que la mujer en este país tiene los mismos derechos y deberes que los hombres y destacó el protagonismo de las féminas en los diferentes sectores sociales.
Aprovechó, además, la ocasión para manifestar el repudio a las acciones realizadas por el grupúsculo contrarrevolucionario que conforman la farsa de San Isidro, con cuyos mercenarios y traidores -enfatizó- no nos entendemos.
En las postrimerías del acto Susel Domínguez Serrano ofreció datos de los logros alcanzados por el sexo femenino en la mayor de las Antillas, y agradeció a las patriotas cubanas por el sistema social de justicia que contribuyeron a fundar, por la Patria que legaron y de la cual ella se siente continuadora.
Domínguez Serrano también condenó al bloqueo como política injusta que no nos detiene, pero lacera el avance socioeconómico de Cuba y en consonancia con sus antecesoras reafirmó el apoyo incondicional a nuestro sistema político y a sus líderes históricos, además de aclarar que los nativos de este verde caimán no aceptamos ninguna imposición desde el exterior.
La celebración del día internacional de los derechos humanos concluyó con estridentes vivas a la Revolución y a Cuba.