La Habana-. El XII Congreso Latinoamericano de Apicultura sesionará del 18 al 21 de julio en el Palacio de Convenciones, para debatir los problemas del mercado, los precios y las barreras no arancelarias, según una fuente del sector.
La Federación Latinoamericana de Apicultura, una de las entidades auspiciadoras, buscará nuevas experiencias para trabajar en el asociativismo y en la creación de una red de apicultores y de entidades promotoras de investigación vinculadas a esta actividad, señaló además a Prensa Latina el director del Centro de Investigaciones Apícolas (Ciapi), Adolfo Pérez.
Sesionará en esa sede además, el VI Congreso Cubano de Apicultura y se prevé que participen conjuntamente en ambas citas más de 500 expertos e investigadores y productores líderes de Latinoamérica y el Caribe, España y Estados Unidos, precisó el también presidente del Comité Organizador.
Se incluye una feria comercial en la que exhibirán productos y servicios compañías de China, México, países europeos y de las empresas cubanas.
La apicultura, una de las actividades más extendidas en la agricultura cubana, diversifica sus producciones, y entre los rubros prioritarios está la miel orgánica o ecológica, una de las más demandadas en el mercado internacional.
Debido a que está libre de plaguicidas, la industria apícola orgánica de Cuba podría actuar como protección frente a los problemas que golpean a otros exportadores de miel y ser una fuente de ingresos cada vez mayor para los apicultores de la isla.
Según la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el cambio climático, menos lugares para que aniden las abejas silvestres, modificaciones en el uso del suelo, enfermedades y plaguicidas son causas de la decadencia de la apicultura en otras partes del mundo.
En Europa y Estados Unidos y Canadá -refieren expertos de ese organismo- las poblaciones de abejas melíferas han disminuido y los apicultores de esos países y de otras regiones hace tiempo que se quejan de que los plaguicidas son responsables de matar a sus abejas y de perjudicar la industria de la miel.
Esa situación no sucede en Cuba, que acude a medios orgánicos para sus producciones agrícolas, incluida la apicultura, la cual experimenta en el país una nueva fase de desarrollo.
De acuerdo con Pérez, actualmente hay en la esfera unas 175 mil colmenas, que producen más de siete mil toneladas de ese rubro, cuyo volumen mayor se exporta.