El fenómeno de la inmigración no atañe solo a Cuba. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) indicó el seis de enero último que el balance preliminar de fallecidos a nivel mundial durante el año 2016 fue de casi siete mil 500 personas involucradas en tal flujo.
Pero para los cubanos, a ese movimiento natural de los seres vivos, durante décadas se le ha endilgado un matiz político. Discurso pocas veces expuesto desde lo social a partir de la fractura que en el orden sentimental deja en quienes se van y en los que se quedan.
A propósito del tema, la ACN dialoga con Gerardo Mayet Cruz,
fotorreportero del semanario Victoria, del ultramarino Municipio
Especial de la Isla de la Juventud, quien mereció el premio del jurado del IV Salón Municipal de Fotografía “Otra Isla”, concurso auspiciado por la filial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y el Consejo Municipal de las Artes Plásticas.
Creo que ese velo político no reduce el efecto social de la
inmigración, aunque no es mostrado de esa manera muchas veces en nuestros medios de comunicación. Por eso, desde el arte decidí compartir mi punto de vista sobre ese fenómeno, apunta.
La imagen premiada se titula “Cena para un naufragio”, en la cual se aprecian barquitos de papel a bordo de los cuales navegan aspiraciones, sueños, intereses y desilusiones sobre lágrimas en un espacio cerrado, comenta el joven, también Premio del Concurso Nacional de Periodismo 26 de Julio, en 2012.
A la hora de seleccionar la propuesta pensé en mis amigos de la infancia, de la escuela, del barrio, en un primo; en las madres que no supieron de sus hijos… Vale la pena reflexionar si el dinero puede pagar la ausencia de un ser querido, el cruel silencio por respuesta ante la incertidumbre: dónde estará, dice mientras frunce el entrecejo.
Quizá pude nombrarla “Ausencias”, por el vacío en tiempo y espacio… lo que queda. La inmigración constituye un drama que nos roza la piel a muchos, refiere. \”Cena para un naufragio\” habla de quienes salen tras un mejor estatus económico y no se percatan de que viven regresando de alguna forma y en ese ir y venir se convierten en eternos náufragos en medio de un viaje incierto, acota.
En opinión del jurado, entre las 35 propuestas de la colección, la instantánea galardonada destacó por la iluminación, textura,
composición y carga discursiva para abordar un tema de actualidad con excelente factura técnica, así como también por su calidad y monocromía.
Mayet Cruz mereció un segundo lauro de los especialistas con la colección “Paisajes”, en la cual perpetúa hallazgos y vivencias de su cotidianidad, esa a la que no es ajena la ausencia, que canaliza también a través del lente.