Aunque hace solo unos días, se vieron obligados a detener la prestación de servicios por el azote de la Covid-19, los más de 100 trabajadores del Centro provincial de Medicina del deporte (Cepromede) en Granma, no pretenden descuidar su objeto social.
Sin embargo, un año atrás, cuando comenzaron a sentirse los estragos de la pandemia, “nos apartamos de nuestra misión, formamos filas en las áreas de salud para las pesquisas, y, al regresar, tuvimos que empezar casi de cero, hubo niños que necesitaron atención especial, por diversas razones”, refiere la subdirectora general Yamigle González Escalona.
“Pero estamos dispuestos a retornar”, recalca la Máster en Ciencias de la sicología, aunque considera que ahora los atletas no están desprotegidos, “se coordinó con el personal que tenemos en cada territorio y con las direcciones municipales, para seguir al tanto, del que está aislado o ingresado, del que tiene síntoma”, precisa.
De hecho, con la información recopilada mediante el Puesto de mando que habilitaron en la institución, podrán darle tratamiento diferenciado a quienes lo necesiten, una vez que regresen al centro de enseñanza, sobre todo, a los que integran la matrícula de la Eide Pedro Batista Fonseca.
En medio del actual rebrote de SARS-CoV-2, la labor de Cepromede va más allá del constante monitoreo a atletas retirados y a activos; allí obtienen hipoclorito de sodio al 0.1 y 0.5 por ciento, “elaboramos esas soluciones desinfectantes para la higienización de las instituciones deportivas”, explica la Licenciada en Farmacia Dayamila Sereijo Yáñez.
“Además, garantizamos jarabes, mascarillas, caretas, todo lo que ayude al enfrentamiento a la pandemia”, agregó la también Máster en Ciencias y especialista principal.
De igual modo, la docencia no se ha detenido. Desde hace cuatro cursos, asumieron el encargo de formar a los especialistas de la región oriental, “a través de telegram -que permite interactuar-, se imparten las conferencias, hay módulos que pueden sacarse por esa vía porque no llevan clases prácticas”, aclara González Escalona.
Esa, entre otras, es una de las tantas fortalezas del Cepromede granmense, que a sus casi 29 años de intenso batallar sigue apostando por los atletas y sus éxitos.