La influencia del ideario cespediano en la personalidad y pensamiento de José Martí, fue analizada este martes en el museo Casa natal de Carlos Manuel de Céspedes de Bayamo.

La actividad tuvo como objetivo rendir tributo al iniciador de nuestras luchas por la independencia, en el aniversario 145 de su caída en combate, acaecida el 27 de febrero de 1874.

En un lapso de dos horas los historiadores Aldo Daniel Naranjo, director de la institución museográfica, y Miguel Antonio Muñoz López, intercambiaron con pioneros de la escuela Ciro Redondo García sobre esa eminente figura de la historia patria.

Los niños conocieron interioridades de la familia Céspedes y López  del Castillo, y cómo se forjó en el ilustre bayamés  la conciencia de que Cuba no solo tenía derecho a ser libre, sino que no podía seguir siendo esclava.

Un momento de especial significación fueron las palabras leídas por Muñoz López, las cuales están recogidas en el escrito martiano Céspedes y Agramonte: “Es preciso haberse echado alguna vez un pueblo a los hombros, para saber cuál fue la fortaleza del que, sin más armas que un bastón de carey con puño de oro, decidió, cara a cara de una nación implacable quitarle para la libertad su posesión más infeliz, como quien quita a una tigre su último cachorro”.

Disímiles comentarios despertaron en los pequeños esa frase que enaltece al monarca de la libertad.

También se resaltó en el encuentro el profundo estudio que hizo sobre el Padre de la Patria nuestro Héroe Nacional, quien absorbió en los libros y en el recuerdo de destacados mambises toda la esencia del alma de aquel hombre impetuoso y viril.

En las postrimerías los participantes reconocieron que el mejor díscipulo de Martí, Fidel Castro Ruz, también se nutrió del pensamiento cespediano para iniciar la última guerra de liberación nacional, por eso los pioneros recordaron la hermosa y acertada frase: “De Céspedes a Fidel, una sola revolución”.