Beijing, – China contabiliza hoy al menos 12 personas llegadas del exterior -principalmente de Italia- que están enfermas del coronavirus COVID-19, cuya epidemia dejó aquí dos mil 946 muertos y 80 mil 302 contagiados.
La oriental provincia de Zhejiang acumula la mayor cantidad de casos, siete en total y todos en el condado de Qingtian, famoso porque es hogar de 330 mil ciudadanos con residencia en el extranjero.
Dicha localidad acoge a 100 mil chinos que también viven en Italia y ayer reportó la primera infección en una mujer que regresó de Milán a mediados del mes pasado.
Ante esa situación, las autoridades de Qingtian llamaron a ese segmento poblacional a posponer sus planes de volver al gigante asiático si no tienen una razón de peso.
Retornar a China -argumentó- no solo trae riesgo de infecciones durante el camino, sino que eleva las presiones y desafíos en los planes locales de prevención y control epidemiológico, amenaza la salud y seguridad tanto familiar como la del condado entero.
Aparte de Zhejiang, los restantes cinco casos importados se ubican en Beijing, la provincia de Guangdong y la región autónoma de Ningxia Hui entre compatriotas llegados desde Irán y Reino Unido.
El Gobierno tiene el propósito de frenar el contagio transfronterizo porque el COVID-19 avanza a pasos acelerados por el planeta, castiga principalmente a Corea del Sur, Irán, Japón e Italia, y dejó al menos 120 fallecidos y ocho mil 700 contagiados.
Desde hace unos días comenzó a monitorear la salud y seguridad de los connacionales residentes en el exterior y valora repatriarlos en vuelos chárteres si el patógeno sigue indetenible y empeora la situación a nivel internacional.
No obstante, urge a los compatriotas a autoprotegerse, respetar y cumplir con las disposiciones sanitarias de los países donde se encuentren.
La Administración Nacional de Aviación Civil también está atenta a la evolución del virus y registra a las aerolíneas foráneas que vuelan a las naciones altamente afectadas para responder rápido ante un deterioro de la crisis epidemiológica.
De momento, esa entidad redujo esta semana los vuelos desde y hacia Corea del Sur y Japón, mientras trabaja con sus contrapartes internacionales para definir estándares en el mecanismo de prevención y control del COVID-19.
Además, la Administración comparte experiencias y prácticas aplicadas en aeropuertos domésticos desde que se declaró la contingencia contra el coronavirus a finales de enero pasado.
China busca así evitar un retroceso del brote, justo cuando surgen más señales positivas de su estricta contienda sanitaria que le permiten reanudar paulatinamente la vida socioeconómica.
A lo interno, Beijing pondrá en 14 días de cuarentena a quienes lleguen de cualquier región golpeada por el COVID-19, mientras Hong Kong repatriará entre miércoles y jueves a 533 ciudadanos varados en Wuhan, el epicentro del brote.