El Consejo -indicó- es un escenario que propicia el fortalecimiento de la confianza mutua y esfuerzos mancomunados en la promoción y protección de los derechos humanos.
‘China continuará trabajando con todas las partes para contribuir al desarrollo sano de los derechos humanos a nivel global mediante el diálogo constructivo y la cooperación’, afirmó Geng, al enfatizar en el apoyo al multilateralismo.
El gigante asiático se suma así a otros países y organizaciones que censuran esta decisión de Washington, que desde la llegada al poder del presidente Donald Trump ha abandonado acuerdos vitales para la convivencia pacífica y sostenible en el planeta.
La embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, anunció ayer la salida de su país del Consejo bajo argumentos como una supuesta parcialidad contra Israel.
Incluso acusó a la entidad de hipocresía y manifestó que la medida responde a la imposibilidad de introducir la reforma que Estados Unidos exige.
Entre otros pretextos, añadió que en el Consejo permanecen países a los que Washington considera violadores de los derechos humanos.