La Habana-.   Aún en pleno proceso de reordenamiento de sus entidades de ciencia, tecnología e innovación, la iniciativa de obtener valores agregados de impacto en los sistemas de producción aportó resultados en Cuba durante 2015.

La estrategia consiste en que de manera paulatina esas instituciones dejen de ser presupuestadas por ser la forma de financiamiento menos eficiente, sobre la base de la integración, racionalidad y sostenibilidad, lo cual implicará el fortalecimiento de las cadenas productivas.

Por este camino, la comunidad científica alcanzó logros en 2015 que constituyen propuestas para el Premio Nacional de Innovación, sobre todo en el campo de la biotecnología en centros radicados en varias provincias, aunque La Habana concentre el grueso de su potencial.

Uno de ellos consistió en la aplicación de los resultados de investigación en el campo de los procesos biotecnológicos, que han contribuido a la elevación del nivel y la calidad de vida de la población afectada  por cáncer, en lo cual sobresalió el Centro  de Inmunología Molecular.

Esta es una de las instituciones del Órgano Superior de Dirección Económica (OSDE) BioCubafarma, con evidentes muestras de resultados científicos, preservación del capital humano, aumento de los ingresos por las exportaciones, influencia en la macroeconomía y su inserción en el mercado mundial.

El Grupo de las Industrias Biotecnológica y Farmacéuticas (BioCubaFarma) está integrado por el OSDE y 38 empresas, bajo los principios empresariales de funcionamiento, y en 2015 su Empresa Farmacéutica 8 de Marzo, en la capital, obtuvo un polvo estéril para inyección  denominado Meropenem.

De 500 y mil miligramos, está indicado para el tratamiento en adultos y niños, de infecciones causadas por una o varias bacterias y avalado por el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos.

En materia de alimentación humana y animal también hubo investigaciones sobre el sorgo, cuyas semillas se utilizan para hacer harina y como forraje, así como clones y tecnologías de las raíces, rizomas y tubérculos tropicales en la agricultura.

Otras contribuciones de consideración son el alimento ensilado cubano, una alternativa industrial destinada  la producción animal, y el DESINCLOR: tabletas de cloro  efectivas en el tratamiento y desinfección del agua.

Aunque todos estos resultados son propuestas para el Premio Nacional de Innovación, organismos, entidades, universidades y gobiernos territoriales contribuyeron a fomentar la generación, asimilación y aplicación de conocimientos y tecnologías, en particular la estimulación y el aprendizaje de la innovación.