Dos macacos reshus, cada uno con una pierna paralizada por una lesión parcial de la médula espinal, recuperaron el control de la extremidad gracias a una interfaz inalámbrica que restablece la comunicación entre el cerebro y la región dañada de la médula.
El sistema fue desarrollado por un equipo de la EPFL, en colaboración con la firma Medtronic, de Irlanda, y otras instituciones de Europa y Estados Unidos.
El dispositivo decodifica las órdenes cerebrales necesarias para caminar y transmite esta información a la médula espinal a través de electrodos.
De esta manera, con una estimulación eléctrica de pocos voltios aplicada en lugares precisos de la médula espinal, se modulan las redes neuronales encargadas de activar los músculos de las piernas durante la locomoción.