
Los especialistas comparecieron ante la televisora NHK y explicaron que las mayores posibilidades de un movimiento telúrico de magnitud 7,0 se encuentran en un área de unos mil kilómetros, desde las islas Kuriles a las islas Bonin.
Los científicos señalaron que es poco probable un temblor de magnitud 9,0, pero sí puede ocurrir un sismo de 7 o 7,5 frente a las costas de las prefecturas de Aomori, Iwate y Miyagi.
Esa región forma parte del Cinturón de Fuego del Pacífico y alcanza hasta nueve mil metros de profundidad.
En el pasado, la fosa de Japón fue escenarios de varios terremotos devastadores, incluido el que golpeó el este del archipiélago en marzo de 2011, el cual provocó un tsunami y un accidente nuclear en la planta de energía de Fukushima.