Desde hoy comenzó para los residentes en la zona urbana de Bayamo, la venta liberada de gas licuado de petróleo (GLP) en seis puntos de la ciudad, medida esperada por muchos habitantes, y de gran aceptación por la facilidad que representa para los hogares al tener una opción más para la cocción de los alimentos.

En la Oficoda 1240, de la calle Perucho Figueredo, realizan la contratación del punto de venta ubicado en el mercado La Redonda y no existen problemas para realizarles el trámite a los cien consumidores que atenderán hoy, todos de la bodega La Dichosa, perteneciente al Reparto Camilo Cienfuegos.

“Aquí esperan organizados, hay seis compañeros dedicados a este proceso, dos realizan contratos, uno cobra, otro entrega el módulo con la manguera y demás artículos, y otro está dirigiendo todo”, dijo Diannis Alvarado Fonseca, administradora de la unidad.

Mientras, Reinier Paz Tornés, director de Operaciones en la Empresa Comercializadora de Combustibles (Cupet) de Granma dijo que desde la mañana se presentan en el lugar los clientes y todo marcha de manera ordenada, existen los recursos necesarios y también el personal calificado.

“El cliente sale de aquí con el contrato, el comprobante de pago por el alquiler del cilindro, con el módulo y después de 48 horas puede ir a buscar el cilindro por un valor de 110 pesos al punto de venta”, expresó Paz Tornés.

Balbina Margarita Bazán Maceo, cliente de La Dichosa, dijo que es una buena medida porque beneficia a la familia, en caso de falta de corriente eléctrica, no se afecta la cocción de los alimentos.

Por otra parte, en el punto de venta de la Plaza Luis Ramírez López ya se han expendido cilindros de gas licuado a 110 pesos y cuentan con disponibilidad de combustible.

José Luis Ferriol Guerra, consumidor de ese sitio, expuso que es maravillosa esta medida, muy organizada a partir de la decisión de ordenar los contratos por bodega; constituye un alivio para la cocina, y más comodidades para la mujer.

En la Empresa Comercializadora de Combustibles legalizan a quienes poseen cilindros de 10 kilogramos sin registrar en Cupet, y con las condiciones técnicas necesarias.

“Estamos recibiendo los cilindros que tienen hasta cinco años de fabricación, en la parte de arriba de este objeto vienen un grupo de datos, incluyendo este”, dijo Diosbanis Santillán Aguilar, director de la Empresa.

“La balita puede estar muy bonita por fuera, pero por dentro tiene un proceso de corrosión, oxidación, es a presión y por tanto lleva una gran seguridad y aunque la balita tiene una vida útil de diez años como promedio, a los cinco hay que repararla, por eso no aceptamos con más porque ya está fuera de término y no se puede remediar.

“Las que recogemos no van a la planta llenadora, sino a repararse en Matanzas aunque tengan un año porque no sabemos en qué condiciones están”, agregó.