Roma -Italia entra en la recta final de 2021 muy atenta ante un posible repunte de la pandemia de Covid-19, aunque la curva epidemiológica muestra indicadores mucho más favorables respecto al año precedente.

Los puntos más críticos en la fase actual radican en el progresivo deterioro de algunos datos, a partir del tercer trimestre del año, con un aumento del número de nuevos casos diarios, de tres mil 838 el 19 de septiembre a 17 mil 30 el 3 de diciembre.

Creció también la incidencia nacional de la enfermedad, de 48 a 155 casos por 100 mil habitantes en el mismo período y el índice Rt de transmisión, de 0.82, el 14 de septiembre, a 1.20 del 10 al 23 de noviembre, con el consecuente incremento del nivel de ocupación en las áreas de recuperación y terapia intensiva.

El retroceso en esos ámbitos coincidió con la aparición de variantes más agresivas del virus SARS-CoV-2, como la Delta, caracterizada por una capacidad de transmisión entre 40 y 60 por ciento superior a la Alfa y, en menor medida, la Delta plus.

La campaña masiva de vacunación y otras medidas de contención marcaron la diferencia en la prevención y control de la circulación del virus causante de la enfermedad en 2021, comparado con el año anterior.

SITUACIÓN ACTUAL

De acuerdo con estadísticas publicadas por el Ministerio de Salud, la pandemia deja hasta la primera quincena de diciembre un saldo de más de 134 mil decesos y alrededor de cinco millones de casos confirmados.

Un análisis comparativo de la primera parte (21 de febrero al 31 de diciembre de 2020) con la segunda (1 de enero al 4 de diciembre de este año) permite apreciar avances en la gestión de la emergencia sanitaria en aspectos como fallecidos y casos confirmados, con 21 y 42 por ciento menos respectivamente.

Otro resultado sobresaliente fue la disminución de casos activos de 574 mil 767 a 223 mil 718 (menos 61,47 por ciento), con una sensible reducción de la presión sobre los servicios hospitalarios de recuperación, de 22 mil 822 a cinco mil 428 (menos 76.11) y en terapia intensiva, de dos mil 553 a 732 (menos 71.43).

MEDIDAS RESTRICTIVAS Y VACUNACIÓN

La vacunación masiva, la aplicación gradual de normas restrictivas en dependencia de la situación epidemiológica de cada territorio y el mantenimiento de las medidas individuales de protección, fueron las herramientas principales de Italia frente a la pandemia en 2021.

Con la inmunización de tres trabajadores del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas Lazzaro Spallanzani de Roma, comenzó el 27 de diciembre de 2020 la campaña extendida en los días sucesivos a todas las regiones del país.

La investigadora que aisló el virus SARS-CoV-2 en Italia, María Rosaria Capobianchi, la enfermera Claudia Alivernini y el operador sanitario Omar Altobelli fueron los receptores de la vacuna elaborada por Pfizer-BioNTech.

Casi un año después, prosigue la campaña con unas 100 millones de dosis suministradas y más de 45 millones de personas vacunadas con el ciclo básico, equivalentes a poco más del 85 por ciento de los mayores de 12 años y a alrededor del 75 por ciento de la población total de unos 60 millones de habitantes.

A partir de septiembre comenzó la aplicación gradual de la tercera dosis de refuerzo hasta llegar a los mayores de 18 años y el 16 de diciembre la vacunación de los niños entre cinco y 11 años, proceso que debe concluir a principios del 2022.

EL TEMA DE LOS NEGACIONISTAS

La implementación del programa diseñado por el gobierno enfrentó, desde el comienzo, la resistencia del llamado movimiento “no vax” y otras personas opuestas a la inmunización por diversos motivos, con manifestaciones de protesta y esporádicos episodios de violencia

Según estimados publicados el 6 de diciembre por el diario Il Sole 24 Ore, en base a datos oficiales, el grupo etario con mayor incidencia de personas no vacunadas hasta ese momento era el de 12 a 19 años (23,58 por ciento), así como las de 40-49 (15,66), 30-39 (15,12) y 50-59 (12,12).

Le siguen las de 20-29 (10,3), 60-69 (9,40), 70-79 (7,05) y más de 80, (4,44).

MEDIDAS DEL GOBIERNO

Como factor de presión sobre los no inmunizados, el gobierno estableció la obligación de presentar el certificado verde de vacunación, o resultados negativos de una prueba PCR, para acceder a un número creciente de lugares, entre ellos todos los centros de trabajo públicos y privados.

Aprobó, además, un decreto ley vigente del 6 de diciembre hasta el 15 de enero del próximo año, mediante el cual extendió la vacunación obligatoria a nuevas categorías como docentes, personal administrativo de centros educacionales y sanitarios, así como miembros del ejército y las fuerzas del orden interior.

La regla estableció también la disminución de la vigencia del certificado de vacunación, de 12 a nueve meses, y su presentación como único documento válido para acceder a espectáculos, eventos deportivos, restaurantes cerrados, fiestas y actos públicos.

Asimismo, mantuvo la posibilidad de mostrar el resultado negativo de una prueba PCR, realizada en un lapso previo inferior a 48 horas, para acceder a centros de trabajo, medios de transporte de larga distancia, hoteles, área de vestidores en instalaciones deportivas, trenes regionales y transporte público local.

Medios especializados pronostican que Italia debe concluir 2021 con el 90 por ciento de la población residente mayor de 12 años, calculada en unos 54 millones de personas, totalmente vacunada con el ciclo básico, a quienes se unirán los receptores de la dosis de refuerzo y los infantes de cinco a 11 años con el ciclo básico.