Una gran esperanza para la calidad de vida de las personas aquejadas de baja visión, brindó el octavo Taller Nacional de esa subespecialidad oftalmológica que sesionó desde el día 11 y hasta la primera jornada de hoy 13 de noviembre en la suroriental provincia cubana de Granma.
El Msc. Doctor Árael Polanco Fontela, responsable del Grupo provincial de la especialidad de Oftalmología, dijo que aquí se reunieron la totalidad de los equipos de baja visión del país y se trabajaron todos los temas relacionados con discapacidad visual, lo cual propició la adquisición de muchas experiencias y apropiarse de conocimientos que redundarán en un servicio de mayor calidad.
La exposición de 30 trabajos, en las modalidades de conferencias y temas libres, además de la presentación allí de pacientes con una notable mejoría en su calidad de vida, dotó al evento de un alto rigor científico
Sobresalieron temas como “Impacto del diagnóstico precoz en la calidad de vida de los niños con baja visión”, de la doctora Susana Rodríguez Masó, Asesora Nacional del Programa de Baja visión; “Membrana pupilar persistente. Presentación de caso”, de la doctora granmense Mara Remón Martí y “Estimulación desde edades tempranas en niños con discapacidad visual. Pinar del Río 2015”, de la doctora María Parteguero Solermo..
La doctora Susana Rodríguez Masó, Asesora Nacional del Programa de Baja visión, valoró el trabajo que en esta esfera se desarrolla en Granma: “es una ardua labor, que se ha fortalecido en recursos humanos y equipamientos, pues todos los miembros que trabajan en él están acreditados en la subespecialidad. En Manzanillo deben robustecer también la estructura del equipo.
“Este trabajo está dirigido a apoyar a las personas con baja visión, especialmente a los niños, y es sumamente importante la interrelación con la Asociación Nacional del Ciego, para lograr que vivan mucho mejor.”
Granma se hizo acreedora por vez primera de la sede de este evento, por los positivos resultados que en los últimos cuatro años ha logrado en la consulta de baja visión, como tener rehabilitado el 94 por ciento de los pacientes con baja visión, acumular mayor cantidad de pacientes captados sobre todo en edades tempranas; fortalecido el Programa de la Retinopatía de la prematuridad, aumento de ayudas ópticas y no ópticas, y personas diagnosticados con baja visión que hoy están incorporados a la enseñanza normal e incluso universitaria.