Manzanillo.- El músico Wilfredo Naranjo Verdecia, director de la Orquesta Original de Manzanillo mereció la tarde del martes el Premio Abdala, que confiere la Unión de Jóvenes Comunistas a propuesta del Movimiento Juvenil Martiano (MJM).
Abdala, es un galardón instituido por el MJM para distinguir a niños y jóvenes con meritorios resultados en los estudios acerca de del Héroe Nacional de Cuba José Martí; y también se le concede excepcionalmente a personalidades vinculadas a la promoción y socialización de esas investigaciones.
La entrega coincidió con la celebración en todo el país del aniversario 167 del nacimiento del Apóstol de la independencia de la Isla.
Conmovido, el eminente pianista, arreglista y compositor aseguró a la prensa que pensó mucho en su progenitor, el intelectual Wilfredo Naranjo Gautier, quien hubiese disfrutado mucho el momento, “porque fue un ferviente defensor de la vida y la obra de Martí.
Recordó que sus primeros acercamientos al Apóstol sucedieron mientras acompañaba a la abuela a dar clases a una escuela cercana al hogar manzanillero.
“Tengo a Martí guardado en la sangre, el corazón y la mente desde niño porque así nacimos y crecimos todos. Carlos Manuel de Céspedes es el Padre de la Patria y para mí, José Martí es el “Padre del pensamiento cubano”.
Naranjo Verdecia, también Premio Nacional de Música 2011 y Maestro de Juventudes 2013, dijo que la obra martiana inspira profundidad de pensamientos patrióticos e ideológicos, humanismo y solidaridad, cualidades que el Comandante en Jefe sembró también en el pueblo de Cuba.
“Los momentos actuales son muy fuertes pues nos están apretando desde el imperio del norte, pero repito una frase de nuestro presidente Miguel Díaz-Canel en las redes sociales cuando dijo: No nos vamos a rendir. Entonces, las ideas de Martí y Fidel son vitales ahora.
“El Héroe Nacional es algo hermoso y deseo que siga creciendo el conocimiento de su obra y pensamiento en las nuevas generaciones, sobre todo lo que dejó escrito. Su pensamiento es muy alto y llega ser sencillo como para poder hablarle a los niños, a quienes dedicó los cuentos de La Edad de Oro. Es un ejemplo indispensable para la contemporaneidad y figura de estatura mundial”, cerró Naranjo Verdecia.