El año 1958 fue una etapa donde se consolidó la lucha guerrillera que se gestaba en la Sierra Maestra con la certera conducción del líder de la Revolución Cubana, Comandante en jefe Fidel Castro Ruz, quien siempre tuvo claridad de que la batalla final se lograría con la alianza de obreros y campesinos.
Este hecho provoca que se designe a los Comandantes Raúl Castro y Juan Almeida crear el II y III Frentes guerrilleros.
Desde que se fundó el Segundo Frente Oriental Frank País, se crearon numerosos Comités de campesinos, más tarde se estableció el Buró Agrario; todo ello con el fin de prestar atención a los problemas del campesino y vincularlo con el Ejército Rebelde.
A fines de ese propio año, la Comandancia del Segundo Frente decidió celebrar en este territorio un Congreso que tuviera como objetivos aplicar leyes agrarias de carácter revolucionario en los áreas liberadas, vigorizar las relaciones entre el Ejército Rebelde y los campesinos y organizar vías idóneas para dar a conocer el programa de la Revolución, así como el papel del campesino en la lucha que se desarrollaba en las montañas de la Sierra Maestra.
El Congreso Campesino en Armas tuvo como antecedente histórico más inmediato la reunión de cosecheros de café efectuada el día 25 de mayo de 1958 en las Vegas de Jibacoa, Sierra Maestra, convocada por el Comandante en Jefe del Ejército Rebelde, Fidel Castro Ruz.
Para la preparación del evento se escogieron hombres valiosos y con amplia preparación revolucionaria como Romárico Cordero y José Ramírez Cruz.
Se organizaron 84 Comités Agrarios para aunar a los trabajadores del campo y se celebraron varias concentraciones.
El 21 de Septiembre de 1958 el poblado de Mayarí Arriba, se convertía en escenario de un extraordinario evento bajo la presidencia de Raúl Castro, con la asistencia de 160 delegados y 500 invitados de la zona de Guantánamo, Baracoa, Alto Songo, Yateras y Mayarí.
Recorriendo distantes caminos, desafiando las inclemencias del tiempo y eludiendo la persecución y asedio del enemigo, hombres y mujeres llegaron para participar en el Congreso Campesino en Armas.
Raúl Castro al intervenir expresó: “El principal objetivo de los campesinos debe ser en este momento, forjar y mantener la unidad. He aquí lo principal si queremos lograr el triunfo y conquistar nuestras demandas. Las fuerzas reaccionarias que se mueven contra la unidad, pueden ser derrotadas si nos mantenemos unidos y vigilantes.
El Ejército de la dictadura es el enemigo del pueblo, y el Ejército Rebelde es el ejército del pueblo, de ustedes, de los campesinos. Por eso debe mantenerse esa estrecha alianza que existe entre ambos.
Hay otra clase explotada (…) humillada, perseguida, oprimida, que es poderosa y grande, y hace esfuerzos por unirse también en la clandestinidad, y es la clase obrera. Obreros y campesinos tienen el mismo destino, deben unirse para luchar.”
El Congreso Campesino en Armas constituyó una victoria política del movimiento revolucionario y contribuyó a fortalecer los lazos entre las fuerzas rebeldes y el campesinado. Fue además un paso significativo en el camino que forjó la alianza obrero y campesina, cimiento sobre el cual se levantaría a la postre el Estado Cubano.
Años después Raúl Castro consideró el Congreso como: “un día memorable para la Revolución Cubana”.