El proceso de consulta popular del Proyecto de Constitución de la República de Cuba en la provincia de Granma, ha trascendido en sus primeras jornadas, cual reflejo fiel de la realidad que vivimos y las aspiraciones compartidas de mejoramiento económico y social.
No es ajeno el intercambio a las actualizaciones a las cuales venimos asistiendo desde hace algún tiempo, a partir de la implementación de los lineamientos y acuerdos adoptados en el Sexto y Séptimo congresos del Partido Comunista de Cuba; en todo caso se trata ahora de un nuevo enriquecimiento de conceptos.
Así ha trascendido en las reuniones realizadas tanto en centros productivos y de servicios como en comunidades de todos los municipios.
Entre lo más llamativo se encuentra la franqueza del debate, y el hecho de que las opiniones que está suscitando el documento corresponden tanto a personas con experiencia como a los jóvenes.
Así sucedió, por ejemplo, en el análisis producido en los CDR 9 y 15, zona 201 del Consejo Popular Aeropuerto Viejo-Santa María, donde los vecinos reflexionaron sobre temas diversos, entre estos el ingreso de los trabajadores de la empresa estatal socialista y la calidad de los graduados como educadores.
El joven Adrián Cedeño Reyes movió la discusión sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo y su visión personal de que deben especificarse algunas cuestiones, como no incluir entre los derechos de estos la adopción de menores.
En tanto, Pedro Orlis Rodríguez Vázquez, Gerardo Solís y Alcibiades Rosales Ramírez, introducían el tema sobre la limitación del tiempo y edad para ejercer determinados cargos, favoreciendo en su intervención el hecho de que lo que debe contar no es la edad sino la capacidad.
Así de rica, diversa y dinámica fluye la consulta de lo que será el más importante documento jurídico y político del país, y que llega hasta los parajes más recónditos de la geografía granmense y cubana, como nueva expresión de nuestra democracia.