El Contingente Internacional de Médicos Especializados en el
Enfrentamiento de Desastres y Graves Epidemias, Henry Reeve, ha brindado atención a más de 3.5 millones de personas, y salvado la vida a 80 mil de casi una veintena de naciones.
Entre estas figuran Guatemala, Pakistán, Indonesia, Bolivia, Perú, Haití, México, China, El Salvador, Chile, Nepal, África Occidental y Ecuador.
Sus integrantes, entrenados para enfrentar huracanes, terremotos, deslaves, epidemias y otras catástrofes, también realizaron unas 31 mil cirugías, más de dos mil partos y brindaron rehabilitación a una cifra superior al medio millón de personas, explicó a la ACN la Doctora Regla Angulo, directora de la Unidad Central de Colaboración Médica, del Ministerio de Salud Pública.
Desde su creación el 19 de septiembre de 2005, por iniciativa del Comandante en Jefe Fidel Castro tras el azote del huracán Katrina a la ciudad norteamericana de Nueva Orleans, suman más de siete mil sus miembros quienes, distribuidos en 22 brigadas, han dado ejemplo de altruismo y solidaridad, reconocido a nivel mundial.
Muestra de ello lo constituyen los más de 250 colaboradores que, a riesgo de sus propias vidas, enfrentaron en Sierra Leona, Liberia y Guinea en 2014 y 2015, el peligroso brote del virus de Ébola.
El “Henry Reeve” está siempre dispuesta a ayudar a los pueblos de América Latina y el Caribe y a otros del mundo ante situaciones de emergencia y desastres, enfatizó a la ACN el doctor Cristian Morales, representante de las Organizaciones Panamericana y Mundial de la Salud en Cuba (OPS/OMS).
Son colegas con una experiencia probada y un nivel de entrega y de compromiso muy alto con la salud de los pueblos, cuando más los necesitan, sentenció el representante de ese organismo de las Naciones Unidas.
Por sus notables aportes y proezas, la 140 Reunión del Consejo Ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) otorgó por unanimidad al contingente el Premio de Salud Púbica en memoria del doctor Lee Jong-wook.
Establecido en 2008 por la OMS, ese lauro se otorga a personas, instituciones u organizaciones no gubernamentales destacados en el referido campo, y será entregado en la 70 Asamblea Mundial de la Salud, prevista del 22 al 31 de mayo venidero en Ginebra.
En febrero del año precedente, la Conferencia anual de
Sindicalistas Noruegos, reunida en Trondheim, aprobó por unanimidad proponer como candidato al Premio Nobel de la Paz 2015 al \”Henry Reeve\”.
El Licenciado en Enfermería Jorge Fonseca Cabreja, especialista en terapia intensiva del policlínico Luis Galván, de Centro Habana, manifiesta su orgullo por haber integrado el primer grupo de esa fuerza.
Aunque con una larga hoja de servicios en la colaboración médica internacional: en Pakistán, Venezuela y Ecuador, admite que la más difícil fue la de la lucha contra el Ébola, en Sierra Leona, en África Occidental.
Fuimos con la idea preconcebida de atender a los pacientes sin tocarlos, sin tener contacto con ellos y cuando llegamos allá tuvimos que hacerlo, protegidos por supuesto.
Toda la brigada cubana trabajó, como lo hacemos aquí, con atención directa al paciente, con hidratación, con venas canalizadas y así aunque vimos morir niños tuvimos la satisfacción de salvar otros muchos, lo cual parecía imposible, sentenció.
En diversas ocasiones los infantes no querían consumir los
alimentos que les entregaban en el hospital y nosotros compartíamos las meriendas que nos daban en los hoteles, donde estábamos pernoctando, refiere.
Ese contingente es hoy una punta de lanza para combatir graves epidemias y enfermedades en el mundo entero, dondequiera que nos necesiten, aseveró Fonseca Cabreja, quien posee la Medalla Hazaña Laboral.
También el Licenciado en Enfermería Alex Castañeda, especialista en Cuidados Intensivos del policlínico Luis Galván, quien además presta servicios en la dirección municipal de salud como asesor de enfermería, estuvo entre los colaboradores que enfrentó el virus del Ébola en Sierra Leona.
Junto a Jorge Fonseca Cabreja y el doctor Dayron hicimos un parto en medio del monte, en pleno terremoto en réplica, y salvamos a la niña y la enviamos al hospital, expresa el entrevistado.
Narra que entre sus aspiraciones como profesional está seguir
haciendo por la humanidad y contribuir a que la brigada continúe
manteniendo la referencia de altruismo, solidaridad y valor que
representa para “nuestro pueblo”.
De 256 colaboradores en total, 92 enfermeros fuimos a Sierra
Leona y más de 60 médicos, recordó Alex Castañeda, quien tiene 48 años, cuatro hijos y una nieta.
Él, al igual que los restantes colaboradores que en esas tierras se enfrentaron a la mortal enfermedad, son paradigmas y están inmunizados contra el desamor. (Por Iris Armas Padrino, ACN)