Asumir el control íntegramente relacionado no solo con la actividad económica, sino también con la gestión general y la calidad, quedó asentado este martes como objetivo vital para el sistema empresarial granmense, cuando fueron evaluados los resultados a la XII Comprobación Nacional al control interno.
Comprobar el cumplimiento de las normas y procedimientos que regulan el control administrativo, contable, el tratamiento y la gestión de los inventarios, en particular los de lento movimiento y ociosos, constituyó tema central de la comprobación desarrollada entre el primero de noviembre y el 12 de diciembre en 31 entidades de este territorio.
El examen alcanzó como programas complementarios, el proceso de contratación económica, el estado de las cuentas por cobrar y pagar, el control del combustible, y los pagos a privados.
En total 225 auditores, apoyados por la Universidad de Granma (46 estudiantes y profesores), la Asociación de Economistas y Contadores, y el CITMA, concluyeron que existe discreto avance en los procesos examinados, pero persisten irregularidades, como la no aplicación y adecuación de la guía de autocontrol interno en cinco entidades (Comercio y Comunales de Bayamo, Comercio y Gastronomía y Unidad Presupuesta de Educación Media Luna, y hospital manzanillero Celia Sánchez Manduley).
En cuatro entidades, además, los inventarios finales estimados no constituyeron fuente del plan de la economía para el 2017.
Otras irregularidades detectadas guardan relación con la no rotación de algunos inventarios, así como con el no control de útiles y herramientas, que se muestran solo en el saldo de estados financieros, lo cual impidió hacer la prueba física de los mismos, como sucedió, por citar un ejemplo, en la Empresa de Comercio y Gastronomía Jiguaní.
La no utilización de indicadores de gestión que propicien inventarios adecuados, el no contabilizar transacciones y hechos contables en los saldos de cuentas de inventarios, se encontraron también entre los problemas señalados a algunas entidades.
Manuel Santiago Sobrino Martínez, presidente del Gobierno en Granma reflexionó que tales deficiencias obedecen a que las entidades enjuiciadas no convierten la guía de autocontrol en una verdadera herramienta de trabajo, no la ajustan a su estructura ni se analiza periódicamente con los consejos de dirección y trabajadores, lo que de hacerse constituiría una verdadera acción preventiva.
Acela Martínez Hidalgo, vicecontralora en el país convocó a no ver el sistema de control interno como una tarea más, sino asociarlo tanto a las áreas económicas como a todos los procesos de gestión (tanto de directivos como de trabajadores) y de la calidad, lo cual conllevaría a hacer siempre bien lo que hacemos, planificar mejor, optimizar recursos y no esperar a un control para resolver los problemas.