El Comandante de la Revolución, Guillermo García Frías convocó a la juventud cubana a seguir siendo continuadora de la obra de Carlos Manuel de Céspedes, Antonio Maceo, José Martí y Fidel Castro durante un  fructífero encuentro con estudiantes  de la filial de Ciencias Médicas Efraín Popa Benítez, de Bayamo, en la provincia de Granma.

El Héroe de la República de Cuba, calificó  de jardín de batas blancas la imagen que encontró  en un auditorio formado por cientos de jóvenes que le escucharon atentamente en el  teatro de la sede del Comité provincial del Partido Comunista de Cuba (PCC).

El también miembro del Comité Central recordó la historia revolucionaria desde el 10 de octubre de 1868 hasta la actual etapa que el pueblo cubano libra por mantener su independencia y soberanía enfrentada al imperialismo norteamericano.

Evocó el protagonismo que siempre ha tenido la juventud para orgullo de todos, en la que confiamos porque son presentes y futuros de la Patria.

Afirmó que la lucha es larga y ahora es el momento de crecimiento y de demostrar que los jóvenes como ustedes son la continuidad; dispuestos a combatir ante las pretensiones del Gobierno de los Estados Unidos de hacer desaparecer el ejemplo de la Revolución cubana.

García Frías calificó de hermosa y grande la historia de la Mayor de las Antillas; la de su juventud que sabrá enfrentar la política del actual presidente norteamericano con espíritu patriótico, firmeza y unidad.

“Pasar el tiempo con ustedes es un verdadero orgullo y refleja cuanto ha hecho la Revolución por sus hijos en especial por los jóvenes que desbordan amor, sabiduría, prosperidad y futuro para Cuba y el mundo.”

La ocasión devino una magistral clase en la que se recordó pasajes de la lucha desde el Desembarco del Granma, Alegría de Pío, reencuentro del Fidel y Raúl en Cinco Palmas, los primeros combates en la Sierra Maestra, el apoyo del campesinado hasta las vivencias familiares del legendario guerrillero que provocaron la profunda admiración, cariño y respeto de los presentes.

Eduardo Valdés Bencosme, alumno de cuarto año de la carrera de Medicina, dijo que el encuentro  resultaba  un honor, de valor incalculable  que les permitió palpar la historia viva y le trasmitió el sentir de sus compañeros de convertir el Jardín de  batas blancas en un feroz bosques de pinos nuevos si era necesario para defender la Revolución.