Varios departamentos del gobierno analizaron la actual situación y acordaron garantizar la seguridad de las embarcaciones, vuelos y suministros energéticos del país, así como proteger a los exportadores nacionales presentes en Oriente Medio, informó el Ministerio de Asuntos Exteriores.

Las agencias pertinentes ?indicó la Cancillería- trabajarán en conjunto para responder de forma activa en el peor escenario posible u otro suceso relacionado con la economía y seguridad de los surcoreanos.

Además, Seúl dijo que trabajará en estrecha colaboración con la comunidad internacional ante a cualquier tipo de contingencias y prevé un posible despliegue de tropas en el estrecho de Ormuz, a petición de su aliado Estados Unidos.

En el último caso, una de las opciones más probables para Corea del Sur es expandir las áreas operativas de la Unidad Cheonghae, que realiza una misión antipiratería en el golfo de Adén, frente a Somalia.

Las tensiones aumentaron entre Washington y Teherán desde la semana pasada, luego que tropas norteamericanas bombardearon Badgad y dieron muerte al general iraní Qasem Soleimani y Abu Mahdi al Mohandes, subcomandante de las milicias de Iraq.

Teherán prometió dar una respuesta y Washington amenazó con una contraofensiva si se atacan a sus soldados o activos.