Covid-19: Las mentiras del neoliberalismo puestas al descubierto (+video)

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Por Prensa Latina (PL) | 14 mayo, 2020 |
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La Habana, -La Covid-19, con su extensa estela de muertes y convalecientes, sometió al mundo a un pausa inédita en su accionar diario y entronizó así los pesares por lo que ya padecía buena parte del mundo.
Aun cuando se tratase de salvaguardar la vida, las medidas de confinamiento no fueron bien acogidas por un número considerable de personas a los que animaban intereses y necesidades dispares.

Ignorancia, intereses partidistas o económicos y fanatismos políticos aparte, muchas de las personas que se sienten con el derecho a exigir el levantamiento de las restricciones son aquellas a las que sofoca la necesidad de pagar puntualmente la renta, por solo citar un ejemplo.

El contagio o el hambre, el dilema de los trabajadores informales durante la pandemia de Covid-19, es un reporte acertadamente titulado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y en el que la institución reconoce que mil 600 millones de los dos mil millones de trabajadores de la economía informal se sienten afectados por las medidas de confinamiento.

La mayoría de estas personas no tienen otros medios de subsistencia, por ello enfrentan un dilema que prácticamente no puede ser resuelto: morir de hambre o por el virus, reconoce la información.

Para los 67 millones de trabajadores domésticos del mundo, 75 por ciento de los cuales son informales, el desempleo representa una amenaza tan grande como el mismo virus, recalca.

“La crisis de Covid-19 está exacerbando las vulnerabilidades y las desigualdades existentes”, consideró Philippe Marcadent, funcionario de la OIT.

Por esto, el experto recomendó respuestas políticas que garanticen que el apoyo llegue a los trabajadores y a las empresas que más lo necesitan.

Asfixiados por modelos políticos en los que no hay espacio para el descanso, la enfermedad u otro tipo de contingencias, miles de personas se quejan por la consecuencia más que por la causa del problema, aquella que los llevó a semejante nivel de vulnerabilidad.

Porque pese a que tener techo, acceso a la salud pública y comida son apenas derechos fundamentales, para millones de personas lograr esto es una tarea titánica día tras día.    Ese, dice el Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, es el resultado de 40 años de despiadado neoliberalismo en el que el apetito voraz de las privatizaciones dejó completamente desarmados a cientos de estados.

Según dijo, en vez del prometido derrame hacia las clases más desfavorecidas, tras décadas de neoliberalismo los frutos fueron a parar a unos pocos en la cima de la pirámide.

De acuerdo con sus estudios, el economista reveló que en Estados Unidos, por ejemplo, la desigualdad empeoró.

La cuota del factor trabajo, la porción de los ingresos que se llevan los trabajadores (excluye directivos y banqueros) descendió de un 75 por ciento en 1980 a un 60 por ciento en 2019, es decir, una caída del 15 por ciento en treinta años, aseguró.

En sentido contrario, agregó, el 10 por ciento de la cúpula, el uno por ciento en la cima y hasta el 0,1 por ciento aún más arriba, están quedándose con una porción cada vez mayor de la torta nacional.

De esta manera, sentenció, ese uno por ciento duplicó y el 0,1 por ciento aumentó sus fortunas casi cuatro veces en los últimos 40 años.

Es más que evidente que la aparición de este nuevo coronavirus no creó la desigualdad pero sí logró poner de relieve su lado más duro.

Así, miles de trabajadores creen sentirse oprimidos por una medida que busca salvar sus vidas, cuando en verdad la causante del problema es la reproducción de políticas neoliberales que los someten a una terrible depredación.

Se trata de un modelo heredado y al que muchos, lamentablemente, toman por normal.
De acuerdo con los cálculos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, la pandemia de la Covid-19 conducirá a la mayor contracción de la actividad económica en la historia de la región.

u secretaria ejecutiva, Alicia Bárcena, declaró que la pandemia ha hecho visibles problemas estructurales del modelo económico y las carencias de los sistemas de protección social y los regímenes de bienestar que hoy resultan muy caros.

Por ello, añadió, se debe avanzar hacia la creación de un Estado de bienestar con base en un nuevo pacto que considere lo fiscal, lo social y lo productivo.

Quizás, de esta manera, preservar la salud no resulte un obstáculo para la vida misma.

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